Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Feminismos y equidad de género

Salud menstrual: vivir la menstruación con dignidad

Por Ana Sofía Reyes Chávez

Imaginemos lo diferente que sería

la vida de las mujeres, si la menstruación

no fuera para ellas un problema

Cada 28 de mayo, se celebra el día internacional de la salud menstrual para visibilizar la menstruación y la importancia de llevarla con dignidad. En México, la menstruación se presenta en la vida cotidiana como un sufrimiento más del ser mujer.

Como dice Eugenia Tarzibachi, la menstruación es el “secreto femenino por excelencia”.

Es común escuchar historias negativas de cómo empezó la menstruación de alguna amiga o familiar y nos identificamos porque sigue siendo “normal” que las niñas de pronto carguen con una imposición social enorme. Los testimonios de las mexicanas giran en torno a que “te vas poniendo más bonita, más mujer y llamas la atención de tus compañeros, como de hombres malos, te pueden llevar y violar” (Sosa-Sánchez, p. 365, 2014). Así, las niñas comienzan la pubertad (etapa donde se desarrolla su autoestima) con miedo, con cuidado, con vergüenza y odio hacia su propio cuerpo.

Esta cultura es un atentado en contra de las mujeres, las presiona para que oculten la menstruación de la mirada masculina y de los espacios públicos, es una violencia menstrual que logra trascender clases sociales y razas: todas nos escondemos, todas somos objeto de vergüenza al tener manchas y todas somos propensas a burlas o chistes sobre “esos días del mes”.

Para combatir esto, las alternativas son la educación menstrual y el activismo por la menstruación. Las activistas menstruales son “mujeres centradas en la difusión de la naturalización y despatologización del cuerpo femenino y del ciclo menstrual” (Ramírez, p. 2, 2019). Mujeres que tienen claro que la menstruación es como respirar es un proceso natural del ser humano, que no es normal que duela y que se debe tratar con dignidad.

A pesar de que se han estudiado y analizado los esfuerzos estratégicos para cambiar la cultura de la menstruación, el activismo menstrual no es reconocido como movimiento social (Bobel, p. 7, 2010) y aún está lejos de convertirse en una prioridad de las ciencias sociales o de la salud. Pero un ciclo a la vez, los avances en el tema han ido permeando la academia. A principios de este año, un grupo de activistas menstruales y especialistas en anatomía del cuerpo femenino se unieron para definir un concepto que describa la postura ideal ante la pobreza menstrual que existe en el mundo: una salud menstrual.

Según el Grupo de Acción Global de Terminología Colectiva Menstrual, la salud menstrual es un estado físico, mental y social de completo bienestar; consiste en el cumplimiento ininterrumpido de todos los puntos siguientes:

  • Educación menstrual: acceso a información exacta y a tiempo del ciclo menstrual, la menstruación y las formas de gestionarla.
  • Cuidado del bienestar corporal durante la menstruación: métodos de gestión menstrual con materiales no tóxicos y sin riesgo, acceso al agua limpia y a espacios privados de lavado de manos y cuerpo.
  • Diagnóstico a tiempo,  tratamiento de enfermedades relacionadas con la menstruación y trato digno por parte de especialistas.
  • Una experiencia positiva y ambientes respetuosos a la menstruación, sin tabúes ni manipulaciones psicológicas (especialmente en ambientes laborales y académicos).
  • La decisión de participar en todas las esferas de la vida incluyendo las civiles, culturales, económicas, sociales y políticas durante todas las fases del ciclo menstrual sin exclusiones, restricciones, discriminación o violencia.

Esta definición fue hecha en abril de este año, después de que la Organización Mundial de la Salud se haya pronunciado en contra de la pobreza menstrual a causa del covid19. Debido a la pandemia, muchas mujeres internadas a causa del virus no tenían productos para atender y gestionar su menstruación. Gracias al activismo menstrual la salud de la menstruación ya tiene definición oficial, que sirve para que instituciones y organizaciones gubernamentales puedan tener claro qué se quiere lograr y que necesitamos para poder vivir con dignidad y alcanzar una equidad de género integral en todas las esferas de la vida pública.

La menstruación no es ni un castigo, ni un problema, ni una maldición sino un proceso funcional del cuerpo humano.

En Anagénesis Jurídico tenemos la esperanza puesta en dejar de promover la menstruación como una enfermedad y luchar por un mundo donde las mexicanas crezcan con educación menstrual, acceso a productos de calidad sin vergüenza, tabúes ni manipulaciones psicológicas sobre su cuerpo.

Referencias

Bobel, Chris. (2010). New Blood: Third Wave Feminism and the Politics of Menstruation. London: Rutgers University Press

Hennegan, Julie; Winkler, Inga; Bobel, Chris; Keiser, Danielle; Hampton, Janie; Larsson, Gerda; Chandra-Mouli, Venkatraman; Plesons, Marina; Mahon, Thérese. (2021). Menstrual health: a definition for policy, practice, and research, Sexual and Reproductive Health Matters, 29:1, DOI: 10.1080/26410397.2021.1911618

Ramírez Morales, María del Rosario. (2019). Ciberactivismo menstrual: feminismo en las redes sociales. Paakat: Revista de Tecnología y Sociedad, 9(17). http://dx.doi.org/10.32870/Pk.a9n17.438

Sosa-Sánchez, Itzel; Lerner, Susana; Erviti, Joaquina. (2014). Civilidad menstrual y género en mujeres mexicanas: un estudio de caso en el estado de Morelos. Estudios Sociológicos XXXII: 95 (pp. 355-383)

Tarzibachi, Eugenia. (2017). Cosa de mujeres: menstruación, género y poder. Editorial Sudamericana.

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política)

Breve historia sobre la lucha de clases.

Por Abraham Baruch Guzmán Yáñez

INESAP, F.S.T.S.E,

Parte dos: Del Capitalismo al Imperialismo.

El título del presente opúsculo es Del capitalismo al imperialismo y como el nombre refiere es un análisis al modo de producción capitalista, el cual tiene mucho contenido que abarcar, pero a razón del tratado que estamos desarrollando lo acotaremos en forma sucinta y lo enfocaremos a la lucha de clases, la cual se trabajará de la siguiente manera, la primer fase englobará la continuación del ocurso parte uno: El devenir histórico; en la segunda fase desarrollaremos la lucha de clases a nivel global, abordando el tema macro y micro empresa; a posteriori ambos temas convergerán desde un enfoque de factores, relación y consecuencias o repercusiones.

Según comentábamos el capitalismo es un modo de producción que integra a todas las personas y no excluye a nadie por su posición en este sentido podemos decir que se fortalece con cada uno de los miembros que lo integran, claro desde distintas posiciones, algunas más privilegiadas que otras atendiendo a aquel dicho capitalista “Cuanto tienes, cuanto vales” o el sinónimo, “mucho tienes mucho vales; nada tienes, nada vales”. hablando propiamente del poder adquisitivo que se tiene

Para precisar y darnos una breve idea del mecanismo de este aparato económico, imaginemos un triángulo equilátero y coloquemos a los grandes empresarios o burgueses en la cúspide, de aquí podemos ir clasificando en descenso a los empresarios de menor capital y así subsecuentemente, una vez que concluimos con los dueños de los modos de producción, comenzaremos a formar a aquéllas personas que referíamos como clase media, estos cuentan con conocimiento y aptitudes que les proporcionan una posición preferente dentro del mundo capital pero siguen considerándose como clase proletaria,  lo que nos lleva  a un punto medular, la clase trabajadora u obrera, que como ya se precisaba, solo cuenta con su fuerza de trabajo para comerciar en el mercado capital.  

Partiremos de este punto para hacer una breve reflexión puesto que, si bien es cierto que la clase proletaria se encuentra en el último escalafón del sistema capitalista, también es correcto decir que esta es la base y sustento de los peldaños superiores y es en esta clase donde descansa el sostén de este modelo económico, no solo por su fuerza de trabajo sino por el consumo de bienes y servicios que representa. Como podemos observar en la analogía del triángulo equilátero la parte con mayor capacidad se encuentra en la base, es decir, en la clase obrera; pero si esta clase es la que produce las mercancías y a su vez las consume, ¿por qué debe haber una partición tan marcada con su clase antagónica respecto al poder adquisitivo? Dejaremos la respuesta a esta inquietud para más adelante, por ahora enfoquémonos en otro aspecto de esta evolución que analizamos.

Cuando estudiábamos el sistema capitalista desde un enfoque histórico, llegamos a principios del siglo XIX d.C. ahora daremos un muy breve recorrido por el siglo XX y XXI d.C. y comenzaremos por precisar que la competencia intelectual, tecnológica y comercial que impulsó el desarrollo mundial continuó creciendo de forma exponencial, ya que después del invento de la máquina de vapor se sumaron muchos otros inventos e innovaciones que revolucionarían de forma inimaginable el sector industrial, adicional, se suma el desarrollo de nuevas energías mucho más rentables y limpias (por ejemplo la energía eléctrica y nuclear) que en suma con los avances tecnológicos (como lo fue el motor eléctrico) llevaron a la cúspide a todas las nuevas industrias que se desarrollaban; como era de esperarse el progreso continuó y las civilizaciones comenzaron a crecer en todo el mundo, cada vez más y más países se sumaron a la industrialización, cambiando la forma de satisfacer las demandas que la sociedad requería, las cuales cada vez fueron más complejas, por lo cual la innovación era fundamental para este cometido.

Muchas de las materias primas se obtenían del nuevo mundo (América), el cual comenzaba a florecer y abrirse al progreso creándose nuevos imperios como es el caso de los Estados Unidos de América, país que se caracterizó por su magro desarrollo capitalista, siendo a la posteridad la Nación capitalista por excelencia; pero fue gracias a las guerras independistas y revolucionarias que se lograron importantes progresos en materia de derechos para los pueblos originarios, por lo cual dichos acontecimientos tuvieron un papel relevante en nuestra historia ya que, como sabemos, en nuestro país se vivió una fuerte explotación hacia estos sectores nativos, pero este tema se desarrollará en un Artículo posterior donde hablaremos propiamente de la historia de México y su lucha.

Con la innovación y crecimiento de los mercados comienzan a existir distintas figuras propias del desarrollo del capitalismo, pues aquella factoría que proveía de determinados productos a sus países de origen, comienza a expandir sus alcances comenzando a darse el boom del libre mercado y la libre competencia, razón por la cual comienza a florecer la figura de empresa o industria transnacional, que no es otra cosa que una industria o factoría en pleno desarrollo tecnológico, la cual, al tener novedosas maquinarias y una sólida base de obreros está capacitada para abastecer las necesidades de los países demandantes, claro al coste que esta determine; con lo cual logra abrir las puertas del mercado internacional.

Proseguiremos al análisis de la empresa nacional y la fuerza de los monopolios, la cual según consideramos es la moderna lucha de clases.

Conforme se fueron desarrollando las industrias algunas empresas se comenzaron a disputar las distintas ramas de determinada industria, es decir que de acuerdo con la libre competencia, los productores ofertaban sus mercancías y de acuerdo con las necesidades y capacidades de los adquirientes se empezó a fortalecer el sano comercio, creciendo la industria en la medida de sus posibilidades y aptitudes; pero fue en el periodo de 1882 a 1907 que esta práctica se desvirtuó, puesto que, determinados productores de materias como el acero, carbón, hule, entre otras, comienzan a formar lo que se llamó Cartels, esta figura consiste en una asociación de empresarios dedicados a la misma industria y/o producción de determinado bien; estos empresarios aumentaban en forma excesiva los precios de sus productos mediante acuerdos y negociaciones, por lo cual muchas de estas mercancías se encarecieron pero al no haber competencia o empresa que pudiese abastecer el producto, se obligaba a los países a consumirlos al precio que estos grupos establecían, fue así que grandes empresas comienzan a emerger y a subyugar a la microempresa a sus reglas, pues debían competir ya no solo contra una macro empresa sino contra un grupo de estas, un Cartel, lo cual traía consigo la desaparición de la burguesía nacional en los países menos desarrollados, esta práctica fue evolucionando y gracias a la globalización su expansión tuvo un rotundo éxito, ya que algunos de estos cartels generaban ganancias que iban desde un 70 % hasta el 110 % sobre el valor inicial del producto.

Con el avance tecnológico también se incrementan las macroempresas las cuales inundan los mercados con productos que gracias a su tecnología tienen mejor calidad y renombre, lo cual representa una dificultad para la pequeña burguesía nacional, la cual para mantenerse en el mercado debe abaratar el coste de sus productos o disminuir la calidad en estos, mientras que los monopolios establecen los precios.

Y así sin más, estamos en presencia del IMPERIALISMO, que básicamente es esta fase superior del capitalismo, es decir su evolución, en la cual la macro empresa emplea su capacidad para generar empresas y mediante acuerdos con países menos desarrollados genera empleos mal pagados, explota la mano de obra nacional, consume los recursos y extrae la riqueza del país en cuestión, con lo cual observamos la fría cara de este modo de producción que se alimenta de todo y de todos aquellos que convergemos en este sistema.

Una vez planteado lo anterior se nos generan determinadas preguntas como: 1. ¿este progreso nos es benéfico?, 2. ¿Por qué los países subdesarrollados lo permiten y admiten?, 3. ¿Cuáles son sus alcances y repercusiones a nivel global y personal?, y claro la pregunta por excelencia, 4. ¿en algún momento fenecerá este modo de producción?; estas son solo algunas de las interrogantes que se nos presentan y con las cuales avanzamos a la fase tres de este ocurso.

Antes de comenzar con el desarrollo de esta etapa, quisiéramos aclarar que este tratado no es comunista, ni mucho menos pretende ser izquierdista en su contenido, es solo un punto de vista y un análisis de los hechos innegables que se nos presentan.

Nos pronunciaremos con respecto a la pregunta: 1. ¿este progreso nos es benéfico? consideramos que este desarrollo es y ha sido benéfico para la humanidad, ya que, gracias al desarrollo innovador de las tecnologías de la información es que tenemos el mundo moderno en el que habitamos, que, si bien no es perfecto, ha permitido el desarrollo, en medida de lo posible, de muchas naciones.

Con respecto a la pregunta siguiente: 2. ¿Por qué los países subdesarrollados lo permiten y admiten? La respuesta es muy óbice, por necesidad. Cuando una sociedad comienza a crecer, dicho crecimiento trae consigo diferentes necesidades, algunas de ellas generar empleos, proveer de bienes y servicios a sus connacionales y satisfacer las demandas sociales; al ser un país que no se ha logrado desarrollar tecnológicamente y que por ende no es autosuficiente, requiere la asistencia de estas macroempresas que, si bien generan prácticas desleales también brindan una solución temporal a la problemática.

Con relación a la pregunta siguiente: 3. ¿Cuáles son sus alcances y repercusiones a nivel global y personal? Debo decir que para poder englobar todos los alcances se requiere un estudio más minucioso, pero en forma breve enunciaré algunos alcances que considero como trascendentales, a nivel GLOBAL: podemos decir que es un método moderno de zaqueo, puesto que la macroempresa se lleva consigo la riqueza que obtiene de la nación, aunado a esto se debe tomar en cuenta la explotación de los recursos naturales y en este punto mencionaremos la contaminación generada al país donde se procesan sus mercancías; por otra parte, al saber la necesidad económica del país que le permite el acceso, surge un aprovechamiento, pues los líderes políticos (algunas veces) deben tolerar que a los empleados se les paguen prestaciones inferiores a las que considera la Ley o que el salario sea inferior a lo que podría pagar la empresa por el servicio que recibe; se suma al catálogo la extinción de la burguesía Nacional ya que no pueden competir con una empresa por demás desarrollada que termina por acaparar el mercado monopolizando bienes y servicios.

A nivel PERSONAL, comenzaré por decir que existe un daño psicológico, pues este tipo de empresas traen consigo una mentalidad altamente consumista, por lo que al invadir los mercados terminan por permear a los individuos con esta mentalidad, es así que todos aspiran a consumir un celular de última generación, productos de renombre (pese a que son dañinos para la salud en muchas ocasiones) y el listado no termina; ahora hablaré del aspecto laboral, en el que olvidamos lo que es la calidad y el factor humano en esta materia, pues como este sistema favorece la percepción que todos somos simplemente números y/o mercancías  muchas veces vemos a connacionales dar mal  trato a sus empleados, solo porque se les brindó un cargo dentro de estas macroempresas.

Con respecto a la que considero la pregunta más trascendental: ¿en algún momento fenecerá este modo de producción? Debemos comenzar por decir que todos los modelos económicos tuvieron un inicio un auge y un fenecimiento, si analizamos el contexto histórico los modos de producción tuvieron una cuestión en común al fenecer y es que dejaron de ser útiles para la humanidad y para la economía, el capitalismo es un sistema complejo, que gracias a su habilidad para transformarse y evolucionar con la sociedad y las necesidades económicas ha podido alcanzar su etapa superior imperialista, pero pensemos que este sistema tiene alrededor de 4 siglos de existencia y que el feudalismo duró alrededor de 10 siglos, luego entonces la sociedad va progresando y llegará un momento en que éste modelo no satisfaga la necesidad de orden económico en el mundo y como todo en esta vida vendrá a menos.

Ahora para amalgamar nuestro tema central, La Lucha de Clases, esbozaré por qué considero que existe una división tan marcada entre la clase proletaria y la clase burguesa. Y la propuesta es que dicha separación nace de la personalidad del individuo, de lo profundo de la mente humana, del corazón, puesto que, es por la ambición, el egoísmo y la crueldad que nos encontramos en esta situación ya que si analizamos el devenir histórico, desde la comunidad primitiva  donde el poderoso quiso ser más que los otros miembros, luego en el esclavismo donde abusó cruelmente de sus semejantes para obtener un lucro que era excesivo acosta de corromper su propia naturaleza, toda vez que nacemos como seres sociales, dispuestos a pertenecer a un grupo y es mediante una negación a estos instintos primarios que nos mentalizamos con la frase “está bien mientras yo gane, mientras a mí no me pase”, pero ¿será esto verdad?Y  así podemos observar cómo estas intenciones negativas, esta mala forma de vivir y de ver a nuestros semejantes, termina por deshumanizarnos, volviéndonos crueles. Si entendiéramos que todos somos iguales ante la naturaleza, que todos tenemos aspiraciones y sentimientos y que está bien progresar, pero no a costa de perder nuestro atributo más especial, el SER HUMANOS, no hacerlo a costa del sufrimiento de los necesitados y mucho menos a costa de acabar con nuestro planeta      por ambiciones absurdas, de individuos que hace tiempo olvidaron lo que es sentir compasión.

Creo que si lográramos entender y transmitir este pensamiento tendríamos un mejor país, un mejor mundo y estaríamos en condiciones de repensar un nuevo modelo económico, más justo, más equitativo y por supuesto más humano.

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política)

Breve historia sobre la lucha de clases

Parte uno: El devenir histórico

Por Abraham Baruch Guzmán Yáñez[1]

Desde el comienzo de las organizaciones humanas, las personas, a través de su hacer establecieron una manera particular de interactuar con su medio ejerciendo algún tipo de control sobre la naturaleza por medio de su acción se proveían de alimentos, abrigo, defensa para ellos y su grupo de pertenencia. Este hacer resguardaba su supervivencia.

El éxito en esta tarea aportaba también reconocimiento y valoración, es decir, prestigio dentro del núcleo social, es por ello que su evolución estuvo intrínsecamente relacionada con su trabajo, buscando en este progreso, una satisfacción mayoritaria de sus necesidades y las de su sociedad, aunque no siempre de la forma equitativa que plantea esta idea.

De esta manera empiezan las primeras especializaciones con las cuales el humano cubría una necesidad determinada, no solo personal, sino social, y no solo referente a las necesidades básicas como alimento vestido y defensa, sino que, con el transcurso del tiempo y conforme fue evolucionando decidió que el intelecto y la innovación debían ser un factor importante en su desarrollo.

Es así que  desde los comienzos de la historia el ser humano estableció una particular relación con su entorno a través del trabajo, paralelamente a la organización social con sus componentes, grado de evolución, economía, tecnología entre otros factores. Este progreso modelaría la forma en la que el hombre se relaciona a través de su quehacer con esa organización social. En el aspecto personal este hecho le devolvía cierto nivel de reconocimiento y valoración a través del papel que desempeñaba. Desde el polo social, parecería estimularse el desarrollo de determinado “perfil” como rasgo individual de trabajo, de acuerdo con aquello que es valorado y necesitado para el “desarrollo social”. De esta forma el perfil del guerrero tendría cualidades específicas distintas a las del artesano, el pastor, la curandera, etc. Dicha valoración en el plano social y laboral podría equipararse al concepto de pertenencia de cada uno de los seres humanos.

Es por tanto que la sociedad exigió cada vez más atributos para poder ocupar un espacio dentro de la fuerza laboral, es decir, a mayor cantidad de aptitudes, mejor posición ocupa el individuo en su entorno social, lo cual podría posicionarlo como líder o como secuaz, es por ello que la lucha de clases comienza en primer término por ver quién es el humano con mayor capacidad para dominar las artes del quehacer (oficios) y por ende, demostrar quien tienen mayores aptitudes para gobernar el clan.

Una vez establecido este orden jerárquico determinado por la audacia del individuo se comienza a formar una real división de clases: el campesino y el dirigente o gobernante; más adelante podemos analizar cómo comienza a existir un asentamiento de los grupos nómadas y aparece la figura de la propiedad privada, gracias a  la cual ahora el individuo es dueño de lo que genera o produce y a su vez la división de clases se hace más notoria, pues, aquél buen cazador comienza a tener una sobreabundancia en el producto obtenido con su trabajo y a su vez comienza a intercambiar ese excedente por algunos otros productos, dando estos factores como resultado el paso al siguiente nivel o modo de producción que es el esclavismo por el cual, el individuo dueño de la “riqueza” comienza a explotar al menesteroso o aquel que por su condición puede ser sometido y convertirse en esclavo, como era el caso de los deudores o aquellos capturados en guerra, es así como el ser humano comienza con el primer modo de producción en el que se explota al hombre por el hombre, convirtiéndose en una mercancía. 

De esta forma, se amplía la división de clases y se comienza a obtener una ganancia superior por parte de aquellos que gobiernan los medios de producción, pero como es de esperar en un sistema opresor y por la naturaleza del humano, al ser estos opuestos,  la lucha es inminente y este sistema económico comienza a tener problemas de levantamientos por parte de aquellos explotados, buscando con esto MEJORES CONDICIONES DE VIDA Y UNA RETRIBUCIÓN POR SU TRABAJO, es por ello que, si analizamos con detenimiento el devenir histórico podemos darnos cuenta que desde estos momentos, (siglo V d.C.), ya existía una lucha obrera en contra  sus opresores, los dueños de los medios de producción. La referida lucha, trajo consigo la victoria y el modo de producción esclavista vino a menos por diversos factores, pero sin lugar a dudas el más importante fue la lucha de los esclavos por su libertad; es así como nace el siguiente modo de producción en el que  el esclavo pasa a tener mejores condiciones, no solo laborales sino de vida, puesto que, al dividirse el poder centralizado del Gran Imperio Romano, el vasto territorio se comienza a fraccionar y ser gobernado por distintos señores que obtienen en primer término, el nombre de Reyes y a su vez sus líderes el de Señores Feudales.

Es así como nace una nueva forma de explotación del hombre por el hombre llamada Feudalismo, misma que si bien no mantenía la crueldad con la que asoló el esclavismo, continuaba con la misma dinámica por la que el dueño de los medios de producción (tierras), obtenía un lucro (si no excesivo si injusto) de aquellos que por su posición estaban desprovistos de la fuerza para hacerles frente, es por ello que, dicho sistema fue, por así decirlo, globalmente aceptado puesto que el feudalismo le permitía al vasallo, obtener cierta ganancia por su trabajo, a diferencia del esclavismo en que solo se le daba lo suficiente para no morir, es decir, para su subsistencia por esta razón  el sistema en cuestión mantuvo su esplendor por varios siglos, en los que cabe mencionar la humanidad sufrió un letargo en cuanto a innovaciones y desarrollo ya que la iglesia y los gobernantes preferían mantener en estado de ignorancia a los siervos para poder gobernarlos con mayor facilidad.

Al ser cada vez más marcada la división de clases entre los feudos, nobles y siervos o campesinos, es notorio que el humano va a buscar su desarrollo por algún medio y es así como surge una clase que no contemplaba el feudalismo, una clase que se encontraba fuera de los límites de su dominio, los comerciantes y artesanos, dueños de su propio trabajo. Ellos fueron la causa del fenecimiento del modo de producción feudal sumados al derrocamiento de las clases gobernantes y la evolución de las tecnologías, puesto que al término de la edad media, comienza a sobresalir el avance tecnológico y los inventores comienzan una lucha por desarrollar artefactos que faciliten las tareas cotidianas y a su vez que satisfagan nuevas necesidades que la sociedad exige; al existir inventores y por óbice razón, inventos, se dispara lo que analizamos en el primer modo de producción el Reconocimiento Social, lo cual impulsa a los manufactureros a explotar los inventos y a su vez competir por el mercado que la sociedad demanda, es así, como aquellos comerciantes y artesanos, comienzan a almacenar mayores fortunas que los propios señores feudales, pues no requieren más que adquirir las nuevas tecnologías para poder ampliar su rango de captación de ingresos.

Con la modernidad se da otro factor prioritario para el desarrollo social el crecimiento de los principales centros comerciales, es decir, las ciudades principales pues ahora es aquí donde se mueven las mercancías producidas en los campos y es aquí donde comienza a haber una mayor demanda, esto claro debido al éxodo campesino, por el que abandonan sus tierras y levantándose en contra de sus señores feudales emigran a las grandes urbes en busca de mejores condiciones laborales, es con esto que, de un momento a otro ya nos encontramos en presencia de un nuevo orden mundial El Capitalismo.

Como podemos observar el capitalismo surge por una necesidad social y a su vez se presenta como un restaurador social puesto que, a diferencia del feudalismo no excluye por su condición a los campesinos sino que, se fortalece con ellos ya que aprovecha la fuerza de trabajo del ahora llamado Obrero, creando una división superior entre los dueños de los medios de producción y sus trabajadores, pero con la sutil falacia de la así llamada “clase media”, la cual se presenta como un oasis o aspiración para los obreros operando de la siguiente manera: se premia al hábil, al intelectual y se excluye, aunque no del todo, al obrero, pues al no tener más que su fuerza de trabajo para comerciar en el mercado capital es explotado por una industria que requiere abastecer a un gran mercado y su única prioridad es la producción en serie, convirtiendo a su vez al humano no en una mercancía sino, en una máquina, que produce y vale por lo que produce.

Para este entonces han transcurrido alrededor de 4 siglos desde el siglo XIV al XVIII d.C., cuando podemos observar, una transformación en cuanto al sistema de capitales, a esta transformación la podemos considerar como una expansión o evolución puesto que, a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX surge un invento que daría paso a una nueva forma de producción en serie la máquina de vapor, creada con la finalidad de aumentar el nivel de productividad en el taller e industria, llega como un torbellino a modificar la forma y vida de la clase obrera, pues ahora ya no se requiere una gran cantidad de obreros, pues esta máquina, impulsada por carbón, produce artefactos en menor tiempo que la mano de obra humana, con lo cual se priva del trabajo a muchas personas, lo que da pie a una revolución en distintos aspectos, necesariamente en materia industrial (laboral), pero también en materia cultural y política puesto que las industrias que aún operaban con obreros, tiene la necesidad de exigir de estos un esfuerzo superior y es así como comienza una explotación, por demás abusiva, de la clase obrera y al escasear las fuentes de trabajo, al trabajador no le queda otra alternativa más que abocarse a lo que el burgués le exige, es por todos estos cambios en la industria, pensamiento y forma de vida, que se llega a un límite donde se prueba al proletariado con respecto a una cuestión, luchar contra tales injusticias o volver a aquellos oscuros días donde el dueño de los medios de producción disponía de sus vidas cual si fuesen mercancías u objetos, como es de esperarse la naturaleza del humano busca la libertad ante la opresión  por lo que comienzan los levantamientos de la clase proletaria para exigir mejores condiciones laborales en materia de seguridad e higiene dentro de las factorías y jornadas laborales humanas pues para ese entonces se exigía del trabajador jornadas de 14, 16 y hasta 18 horas diarias, lo cual llevaba a otra demanda, salarios justos ya que a pesar de las lucrosas ganancias que el empresario obtenía mal pagaba la mano de obra gracias al, así llamado por Karl Max en su obra “el Capital”, ejército de reserva si un obrero se negaba a aceptar el sueldo mísero que le ofrecían alguien con más necesidad estaba dispuesto a hacerlo por menor cantidad que la ofrecida, lo cual abarató la mano de obra y permitió las referidas injusticias.

Como podemos observar, las condiciones nunca fueron favorables para que la clase obrera pudiera asociarse y luchar por mejoras, a la par que crecían los impulsos laborales por saciarse y exigir mejores condiciones de trabajo, los Gobernantes y Empresarios, colocaban trabas para desmantelar dichos movimientos, mediante leyes prohibitivas. Un ejemplo de estos actos es el derecho de asociación y huelga, las cuales estaban penadas y para precisar, las penas no eran nada ligeras ya que a los cabecillas los llegaron a llevar inclusive hasta la horca, es así, como podemos observar que la evolución de los modos de producción siempre ha estado manchada de sangre inocente, sangre de la clase explotada pero es gracias a estos precursores del movimiento de lucha laboral que hoy día contamos con algunos medios de defensa contra esta clase antagónica del trabajador.


[1] Instituto Nacional de Estudios Sindicales y Administración Pública.

Categorías
Brenda Paola Sánchez Sánchez Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Feminismos y equidad de género

Feminista de familia machista

Por Brenda Paola Sánchez Sánchez

Se creería que los actos de violencia son algo que llega esporádicamente en alguna etapa adulta de nuestra vida, sin embargo estos nos acompañan desde muy jóvenes y se van normalizando porque crecemos inmersos ellos, ¿cuántas veces no hemos escuchado dentro de nuestras propias casas, de boca de nuestros padres y/o familiares las siguientes frases? “Su lugar está en la cocina”, “Ya sabe cocinar, ya se puede casar”, “Eso no es de señoritas”, “El rosa es de niñas”, “Búscate un marido para que te mantenga”, “Ya se te está yendo el tren”, “Vas a ser una mujer realizada hasta que tengas hijos”, entre otras tantas con las que nos han bombardeado y adoctrinado hasta hacernos creer que eso es el ideal para nosotras como mujeres, algunas de estas creencias están basadas en lo llamado moralmente correcto mientras se les acompaña de machismo puro, asignándonos ya un lugar, ocupaciones y una meta en la vida que va encaminada a ser ama de casa y procrear bajo un comportamiento socialmente aceptable, una sociedad claramente machista.

Es impensable que nuestra propia familia nos minimice por el simple hecho de ser mujeres pero estos actos pueden ser tan sutiles que los adoptamos y repetimos generación tras generación haciendo caso omiso a la forma en que estos pequeños gestos sexistas se van perpetuando casi desapercibidamente. A los roles de género o como ahora se les conoce “micromachismos”, que no por su tamaño les debemos restar importancia, derivan en total machismo y el asignarles otro nombre que los minimiza solo es el eufemismo del patriarcado para disfrazar lo que siempre ha sido machismo puro.

¿Por qué asignarnos un color? El rosa por lo regular va acompañado de adjetivos como bonita o princesa que refieren un contexto de fragilidad y a la constante historia de que debemos ser rescatadas por un hombre que está relacionado al azul ya que va acompañado de fortaleza y valentía.

¿Por qué sentirnos afortunadas si nuestra pareja nos ayuda en las labores del hogar? ¿Qué no se supone que ambos viven en una misma casa y deben ser adultos funcionales? Es decir, que ambos deberían estar capacitados para llevar a cabo cualquier labor doméstica y que por el simple hecho de ambos ser habitantes de un hogar el trabajo dentro de él debería ser equitativo y no estar asignado por completo a nosotras por el hecho de relacionar estas actividades a los roles de género de la mujer.

Así podríamos enumerar un sin fin de actitudes que empiezan con micromachismos y que conforme vamos creciendo adoptamos como una regla general que debe regir nuestras vidas, la cual que vemos con total normalidad y sino rompemos esa línea crecemos con la idea de que, por ejemplo al no tenemos hijos no servimos como mujeres, que necesitamos un hombre para estar completas o que el matrimonio es la mayor aspiración de una mujer; pero llega un momento en el que nuestra mente y nosotras encontramos un camino donde ya no es necesario que nadie nos oriente y podemos conseguir esa independencia ideológica que tanto buscamos todos y decidimos qué aplicar a nuestra forma de vida y romper con esa cadena de actitudes que por años e históricamente nos ha reprimido y minimizado.

Es difícil ser o convertirse en una mujer feminista cuando vienes de un hogar marcado por tintes machistas pero no es imposible romper los lazos que nos atan a perpetuar estas acciones. Lo primero es identificarlas y dejar de minimizarlas pues en el momento que no les damos la importancia debida o pensamos que es algo tan pequeño que no nos hace tanto daño las seguiremos llevando a otro plano de nuestras vidas, siendo reprimidas desde lo ideológico para después llevarlo a la práctica en otros aspectos más grandes pues una simple frase como “corres como una niña” o “lloras como niña” nos taladra la cabeza, la repetimos sin darle mayor importancia pero si lo analizamos refieren a que debilidad es sinónimo de ser mujer y por el lado que se vea está mal y seguramente más de una de nosotras lo ha dicho inconscientemente, eso son los micromachismos que construyen dentro de nosotras barreras que nos impiden vernos fuera de un futuro libre de estereotipos limitadores.

En el momento que derribemos esas barreras nos abriremos a la posibilidad de crecer y poder compartir con la sociedad una visión más incluyente, donde dejemos de ser sinónimo de fragilidad y se nos comience a ver con fortaleza; generemos empatía dejando de normalizar actos violentos ya sea físicos o verbales, no compartamos mensajes en forma de chistes en redes sociales que aunque muchas veces se manejan  como inofensivos son el pequeño conducto para hacer más que notorio que es una costumbre y por lo tanto está permitido hacer de esto una mofa.

No somos la generación de cristal, somos la generación del cambio, esto es un tema que nos ocupa y preocupa a todos y si por muchos años se acostumbró hacer de la violencia un tema de risa hoy se ha decidido acabar con eso, deconstruirnos para desaprender cada uno de estos micromachismos que tenemos todos interiorizados y es responsabilidad de cada uno trabajar en ello.

Categorías
Ciencia, tecnología y sustentabilidad Los problemas sociales de las ciencias exactas

La falta de perspectiva jurídica en la investigación

Por Ana Sofía Reyes Chávez

La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de dichos límites, en lo imposible.                                                 

Arthur Clarke

Como parte del ciclo de 7 problemáticas sociales que sufren las ciencias exactas, hoy se pone sobre la mesa: La falta de perspectiva jurídica que hay en la investigación científica.

La frase hacer hasta lo imposible para cumplir nuestros sueños como mujeres y hombres de ciencia, a menudo se puede confundir con hacer hasta lo ilegal para poder lograrlo. Y lo peor es que sucede sin darnos cuenta.

Las leyes de la naturaleza son fuertes y no suele haber quién las cuestione, sería rarísimo que alguien entre en debates de si el protón puede o no decaer en niveles de energía más bajos. La gente no debate sobre ello porque no sabe, no tiene conocimiento suficiente para hacerlo, sin embargo, sí lo hace por ejemplo con la política a pesar de que forma parte de las ciencias sociales y esto es porque las personas viven inmersas en ella. Estamos de nuevo ante una perspectiva parcial que sigue perpetuando la idea de que las ciencias exactas son superiores y solamente pueden ser tocadas por una élite por lo que el derecho no debería ponerle un alto a la ciencia.

Para comenzar con este tema partimos de uno de los pilares de la ciencia: el método científico de René Descartes. En su famoso discurso los fundamentos del método son una respuesta al funcionamiento de un mundo absoluto creado por dios. También establece que la ciencia se hace usando la razón, la cual define como un don divino que debe ser utilizado. Así, hay interpretaciones muy comunes de las enseñanzas de Descartes que pueden caer hoy en día en afirmar que:

Todo el mundo tiene talento y si no lo usa es un desperdicio.

El sentido de la vida aumenta mientras vayan aumentando las citas de las investigaciones.

La dignidad humana no existe, lo que existe es la producción humana y entre más, mejor.

Al hacer ciencia, Descartes recomienda reducir los fenómenos complejos a sus naturalezas simples. Si intentamos reducir la complejidad del ser humano, nos encontramos con que solamente son cuerpos vivos que requieren de alimento y que secretan desechos. Hemos visto ya las consecuencias que trae no considerar que los cuerpos son más que eso, lo vemos a diario en las noticias.

Un ejemplo de lo anterior ocurrió en Reino Unido en el año 2003, cuando se descubrió que durante casi 30 años los cerebros de 48.000 ex pacientes de depresión y discapacidad mental fueron extraídos de sus cuerpos sin el consentimiento de sus familiares para hacer una investigación local. Se dice que esto se hizo en nombre de la ciencia y ha sido de gran ayuda para entender el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, si son tan racionales ¿por qué tomar la decisión de hacerlo a escondidas? ¿Por qué no solicitar a las autoridades y familiares los permisos necesarios? Pareciera que el hecho de saber que habrá un beneficio para quien investiga lo vuelve irracional.

Dejando de lado la discriminación a las mujeres (que es un problema enorme) implícito el discurso de Descartes, tenemos también que tomar en cuenta al acatar el método científico que no considera jamás cuales serían las repercusiones legales de hacer hipótesis y confirmarlas o desmentirlas. Sería prudente considerar la posibilidad dentro del mundo de las ciencias exactas de ver al derecho como una ciencia jurídica que tenga que ser conocida y su uso se arraigue en quienes quieren hacer de la ciencia su lugar en el mundo.

El último paso de la investigación es la verificación; este es el paso más riesgoso si se le aplica el método científico a las relaciones sociales. Como hombres y mujeres de ciencia, necesitamos verificación de si existimos, si nos quieren, si podemos amar. Afecta tanto las relaciones que se llega a exigir a como dé lugar una confirmación del sentimiento porque la ciencia no acepta por sí sola a una emoción, necesita de confirmación de la razón. Así, hay muchas formas científicas y lógicas de establecer comunicación y recibir verificación, pero se olvida que algunas de ellas son ilegales. Ni siquiera se olvida, simplemente no se considera, porque las ciencias exactas no ven a la norma como una parte de la ciencia del derecho sino como un impedimento para el progreso, una burocracia innecesaria que aplica solamente a ciertos grupos o sectores, lo que no intuye es que dentro de la realidad del mundo es más que eso. Esta visión increíblemente parcial y discriminante que existe en la investigación científica puede cambiar con ayuda de las instituciones de hoy en día que formarán la ciencia del futuro. 

Últimamente se ha visto con la contingencia sanitaria del Covid 19 la desesperación de quienes tienen estudios en inmunología, biología molecular y epidemiología; desesperación que es originada por la desinformación que la gente está propagando con el tema, porque ponen en riesgo la vida de todo el país al decir que no existe o que es un invento. Esto nos puede ayudar a ver con claridad que las ciencias sociales han tenido que pasar por eso toda la vida;  se cuestiona la cultura, la forma de convivir, las leyes, las formas de hacer política, las consecuencias sociales de cometer actos ilegales y una gran cantidad de etcéteras.

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Jacqueline Miranda De los Santos

La dinámica del miedo en la sociedad

Por Jacqueline Miranda de los Santos

No se necesita un motivo para tener miedo […] Yo me

asusté, pero está bien tener miedo sabiendo por qué

Émile Ajar

Cuando un ser humano se enfrenta a sus más grandes temores, parece que escapa la racionalidad de sus manos activando partes del cerebro que le permiten estar relativamente a salvo. Uno de los miedos más grandes proviene de las condiciones dadas por la naturaleza ya que algunas son completamente impredecibles y los efectos que generan pueden ponernos en una situación de vulnerabilidad, algunos ejemplos son: Un terremoto o la presencia de un nuevo virus.

La vida líquida de acuerdo con Bauman, pasa y se desliza lentamente de un estado a otro y de un episodio a otro teniendo la sensación de que entre un día y otro, o un episodio y otro hay cierta claridad, causando la impresión de tener estabilidad; lo cierto es, que el futuro no es más que una ficción que nos dota de esperanza para neutralizar ciertos miedos, pero que nunca nada en el futuro será tan aparentemente real como lo que vivimos en el momento que sentimos o creemos que sucede.

En este punto es pertinente hablar sobre el Síndrome Titanic, el cual consiste en el horror de sentir que uno cae por las rendijas de la corteza, o que la humanidad se precipita desprovista de las condiciones que le dan estabilidad a la nada misma. El problema dentro de la temática del Titanic fue el caos que se ocasionó al saber que no había los suficientes elementos para que todos se pudieran salvar, había ausencia de un plan de evacuación así como salvavidas insuficientes, ese elemento, ese algo que detona ciertas conductas humanas que nos llevan a sentir miedo, siempre subyace de lo oculto o de lo que sencillamente el humano se niega ver.  El temor que aquí emana proviene del miedo al colapso o a una catástrofe que nos golpeé sin importar nuestra condición actual, pero sobre todo que esta situación nos tome desprevenidos y sin defensas.

El temor de ser la víctima o el blanco seleccionado, el temor a quedarse atrás, el miedo incluso a la exclusión no son parte únicamente del imaginario sino de una realidad que hoy vivimos no sólo a través de noticieros sino que posiblemente se vuelva una experiencia. Aldous Huxley en su libro Un mundo feliz, se imaginó que en algún momento los niños eran vacunados contra el miedo pero no cualquier miedo sino el miedo a la muerte; la muerte lleva dentro de sí una serie de calificativos como irreparable, irremediable o irrevocable, e incluso hemos oído a muchos decir, todo tiene solución menos la muerte.

Es por ello, tal vez, que en estos días hemos visto una serie de comportamientos que se califican como irracionales, ante la posibilidad de morir por COVID-19, personas han tomado lysol o cloro; se hacen compras generando desabasto; se rocía cloro o se les pide a los trabajadores del sistema de salud que se vayan a vivir a otra parte, les gritan que se alejen porque llevan en su ropa el virus.

El coronavirus, no sólo se presentó dejando abiertas puertas que nos permiten ver las debilidades de nuestros gobiernos sino también, nos permiten ver que ante la sensación de ser vulnerables nos rige el miedo dotando a la idea de la muerte elevada autoridad, olvidando que medidas esenciales, nos pueden regresar a estar fuera de esa vulnerabilidad.

Dice Bauman:

La humanidad dispone hoy en día de todas las armas necesarias para cometer un suicidio colectivo: es decir, para aniquilarse a sí misma llevándose consigo el resto de la vida sobre el planeta.

Bauman Z., (2010) Miedo Líquido,la sociedad contemporánea y sus temores, México, Ed. Paidos.

Si el miedo rige a todos los humanos del planeta no tardaremos en extinguirnos, si nos da temor un virus, la posibilidad de salvarnos depende de las instrucciones que dan los expertos no del dañar a los trabajadores del sistema de salud, para que ellos no nos contagien; si nos da miedo la escasez el desabasto no nos salva en unas semanas no necesitar para comer. La prevención es una herramienta eficaz que nos puede ayudar a evitar ciertas situaciones que nos ponen en peligro, pero ninguna política, ninguna medida puede evitar una catástrofe si seguimos comportándonos de manera egoísta para salvarnos a nosotros mismos. 

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Daniel Landa Zaragoza

Responsabilidad empresarial frente al derecho al medio ambiente

Por Daniel Landa Zaragoza  

La actividad empresarial tuvo un incremento económico a partir de la década de los 90’s afectando diversos sectores de la sociedad y el medio ambiente, ello despertó la conciencia social a grado tal, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó una agenda de participación transnacional.

El 7 de abril de 2008, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU estableció los principios rectores que guían la actividad empresarial en materia de derechos humanos.

Estos principios son: protección, respeto y reparación.

Principio de protección: Los países deben implementar medidas de prevención, supervisión, investigación, reparación y castigo contra violaciones a derechos humanos cometidos por una empresa.

Principio de respeto. Los países deben de promover el respeto de los derechos humanos entre las empresas, asegurando que las políticas, leyes y cualquier medida vigente impacte en la actividad industrial.

En el caso de las empresas, deben evitar que sus actividades provoquen consecuencias negativas en los derechos humanos; para ello, deben contar con políticas y procedimientos de mitigación y reparación.

Principio de reparación. Los Estados deben adoptar mecanismos judiciales eficaces que garanticen el acceso a una reparación integral del daño, por ello, las empresas deben establecer mecanismos a nivel operacional a disposición de las personas y comunidades que sufran consecuencias negativas.

A partir del reconocimiento de estos principios fundamentales, surgió la interrogante siguiente: ¿Cómo puedo aplicar estos principios en mi empresa?

La respuesta se encuentra en el informe emitido el 21 de marzo de 2011, por John Ruggie, Representante Especial de los Derechos Humanos y Empresas Transnacionales y otras Empresas, que en esencia establece que las personas empresarias pueden cumplir con estos principios si adoptan estas medidas:

  • Desarrollar procesos de evaluación de impacto real y potencial derivado de las actividades empresariales.
  • Destinar recursos financieros y humanos para mitigar el impacto de manera anticipada.
  • Ante una posible vulneración al medio ambiente, se puede aplicar el principio de protección, buscando alternativas que eviten el riesgo y lo eliminen.
  • Contratar consultores en materia ambiental con el objeto de tomar decisiones adecuadas que permitan resolver problemas técnicos y especializados.  
  • Implementar un enfoque de respeto, esto impacta transversalmente en las herramientas de gestión empresarial (políticas, procedimientos, indicadores, consultas, evaluaciones de riesgo, entre otras), lo cual permite efectuar estrategias competitivas de mercado que generan intereses financieros.
  • Colaborar con el Estado, organizaciones de la sociedad civil y comunidades beneficiarias, con el objeto de garantizar el derecho al medio ambiente sano. 
  • Cumplir con la normatividad aplicable en materia de impacto ambiental en la instrumentación, operación y producción.

Los principios y medidas precisadas con anterioridad sirvieron de apoyo para la Corte Interamericana de Derechos Humanos al resolver los siguientes casos:

              1. Velázquez Rodríguez vs. Honduras.

              2. Masacre de Mapiripán vs Colombia.

          3. Comunidades indígenas afrodescendientes desplazadas de la                    cuenca del Río Cacarica vs Colombia.

              4. Norín Catrimán y otros vs Chile.

              5. Caso pueblo indígena Xucuru y sus miembros Vs. Brasil.

Estos casos tienen como causa común la afectación al medio ambiente derivado de la actividad empresarial, por ello, se resolvió que los gobiernos en colaboración con las empresas deben realizar las siguientes actividades:

  1. Adoptar medidas necesarias para evitar que las actividades desarrolladas afecten derechos de las personas.
  2. Prevenir daños ambientales significativos dentro o fuera de su territorio.
  3. Regular, supervisar y fiscalizar las actividades bajo su jurisdicción que puedan producir un daño significativo al medio ambiente.
  4. Realizar estudios de impacto ambiental cuando exista riesgo de daño significativo.
  5. Establecer un plan de contingencia.
  6. Contar con medidas de seguridad para minimizar la posibilidad de accidentes ambientales.
  7. Mitigar el daño ambiental que se hubiere producido.
  8. Proteger el derecho a la vida y a la integridad personal, frente a posibles daños graves o irreversibles al medio ambiente.
  9. Cooperar de buena fe, para la protección contra daños al medio ambiente.
  10. Garantizar el derecho al acceso a la información relacionada con posibles afectaciones al medio ambiente.
  11. Garantizar el derecho a la participación pública en la toma de decisiones y políticas que puedan afectar el medio ambiente.

Ante estas actividades internacionales, el Estado Mexicano reconoció el derecho al medio ambiente sano a través del artículo 4o constitucional, partiendo del Protocolo Adicional de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, mejor conocido como “Protocolo de San Salvador”, así como la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

Estos instrumentos normativos establecieron que los tres poderes de la unión (legislativo, ejecutivo y judicial), deben adoptar en colaboración con las empresas, aquellas medidas que garanticen y protejan la naturaleza y el ambiente.

Asimismo, se fijó un estándar de exigencia y de respeto a partir de dos efectos erga omnes, el primero, consiste en preservar la sustentabilidad del entorno ambiental (eficacia horizontal), y el segundo, la obligación de vigilar, conservar y garantizar las regulaciones pertinentes (eficacia vertical).

Por ello, actualmente se reconoce que los derechos ambientales brindan a la ciudadanía un acceso de calidad que les permite gozar su bienestar a través de una vida digna.

Es así que, estos derechos deben ser protegidos, vigilados, conservados y garantizados, no solo por las autoridades, sino también por las empresas, con el objeto de mejorar el medio ambiente para las generaciones futuras.

Lo anterior, implica una base axiológica reconocida a través del principio intergeneracional, el cual establece acciones para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Por ese motivo, se considera que los derechos ambientales son de carácter difuso, pues su tutela está sujeta a un bien jurídico no tradicional.

En este sentido la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoce que el principio in dubio pro-natura -prevención a favor de los recursos naturales-, busca prevenir y proteger el interés social cuando no existe certeza en alguna ciencia auxiliar que garantice su protección.

Razón por la cual se ofrece una protección especial en contra de actos y abusos de las empresas, a fin de evitar o disminuir daños al ambiente, tratándose de riesgos inciertos.

Por tanto, se fijaron los siguientes parámetros de responsabilidad empresarial frente al derecho al medio ambiente:

  1. Utilizar eficazmente los recursos naturales.
  2. Limitar el crecimiento cuantitativo del ambiente.
  3. Prevenir los sistemas físicos y biológicos.
  4. Considerar la dimensión económica y mitigar las consecuencias causadas por la actividad desplegada.

Como es posible advertir, las empresas tienen una responsabilidad especial frente al medio ambiente, pues sus actividades pueden vulnerar éste y más derechos humanos, por ello, es necesario que adopten estándares internacionales y nacionales para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política)

Las Redes Sociales, una Forma de Utopía y Distopía

Por Alejandro Axel Acuña López

“Si el pensamiento corrompe el lenguaje, 

el lenguaje también puede corromper el pensamiento.”

 George Orwell 

Con el pasar de los años hemos actualizado la forma en que nos informamos, nos conocemos, demostramos nuestros intereses y hasta interactuamos en diversos círculos sociales, inclusive a distancia; aunado a lo anterior y por las muchas vertientes que presenta, este tema es de una gran relevancia. 

Las redes sociales han ido evolucionando poco a poco, la primera vista de lo que sería una red social proviene del año 1995, con el lanzamiento de la página classmates.com creada por el estadounidense Randy Conrads; su principal objetivo era reunir a compañeros de colegio o universidades. 

En 1997 se crea el segundo antecedente con la página de nombre sixdegrees.com una de las primeras redes que permitió crear perfiles, lista de amigos e inclusive intercambiar mensajes entre ellos, posterior a esta empezaron a surgir las redes que conocemos por la popularidad que alcanzaron algunos años atrás, como son: Hi5, MySpace, Friendster y así sucesivamente hasta llegar a las aplicaciones de renombre actual, Facebook, Twitter, Instagram, YouTube,  etcétera.    

Una de las funciones que actualmente hemos dado a las redes sociales es la de ser un puente de convivencia, cercanía de amistades y comunicación con familiares lejanos de forma que no sea necesario el uso de las telecomunicaciones comunes como las llamadas telefónicas. Otro punto a considerar es la forma en que se aprovecha la tecnología y se extrae ese potencial, lo que no siempre trae consigo una consecuencia positiva. 

Si bien el uso de las redes sociales tiene beneficios para sus usuarios, desafortunadamente se ven destruidos por la misma sociedad, ¿a qué se debe esto?, a que es ella la misma destructora de ideales todo lo quiere hacer de un modo distinto, quiere generar controversia en todo momento y sinceramente se desconoce si estas reacciones tienen algún objetivo concreto. 

¿Porque implementar las redes sociales como utopía o una distopía? Porque los usuarios al estar detrás de una máquina, varados, con el poder de manipular todo lo que pueden publicar, crean realidades inexistentes para su vida diaria de una forma en que la puedan sentir perfecta o ideal; de igual forma pueden crear atrocidades, manipular la información, logrando que aún viniendo de una verdad se convierta en algo falso o inexacto, crean mundos paralelos en donde las cosas pueden ser de una resultante catastrófica. 

Para aclarar lo dicho, la utopía es una sociedad ideal y perfecta. Mientras que la distopía es aquel mundo imaginario considerado insólito e indeseable.

¿Por qué resulta perjudicial una utopía en las redes sociales? Debido a que las personas que interactúan utilizando un perfil utópico dan la apariencia de tener una vida perfecta y que nada malo les sucede, esto no solo pasa en Facebook hay infinidad de aplicaciones en las que se puede encontrar a este tipo de usuarios, las principales que causan un perjuicio o daño son aquellas que se utilizan para buscar amoríos, las cuales son diversas, de distintos tipos y para cualquier preferencia sexual, en donde lo que predomina son los prejuicios ya que quieren buscar un ideal y desafortunadamente a esto nos ha llevado la tecnología a que ya no se haga interacción presencial con alguien, que con un solo clic puedas encontrar a alguien de quien no sabes ni como es; tantas ideas falsas se pueden presentar y lo peor esto trae consigo un el riesgo de suscitar casos de pedofilia, tráfico de menores, trata de blancas, secuestros, entre otros delitos según sea el caso.

Actualmente se están ocupando los perfiles de los usuarios principalmente de Facebook y Twitter como una forma de ampliar la información curricular, si estás postulado para un empleo, es posible que te pregunten si cuentas con alguna cuenta de las ya mencionadas y esto sirve para determinar tu perfil profesional, desde mi opinión estoy parcialmente en desacuerdo que se utilicen estos medios para determinar si eres un buen candidato o no, debido al tema que estamos tratando ya que hay gente que por temas de seguridad no proporciona sus datos tal cual son, otros simplemente omiten información e incluso hay quienes simplemente inventan todo su perfil, con lo que estamos dejando nuestro futuro en manos de una red de mentiras. 

Referente al tema de la distopía, en general es visto como un futuro desastroso o donde se oculta la verdad a la misma sociedad; sin embargo, dentro de las redes sociales se proyecta como un repudio presencial, en donde todos creen saber de todo y se crean una infinidad de posibilidades para generar un bien, o se comienzan especulaciones infinitas de las condiciones que vivimos. 

Actualmente las redes sociales también son usadas para difundir noticias de temas tan variados como política, seguridad, notas rojas o amarillistas, esta información puede ser compartida por cualquier persona con lo que fácilmente se convierte en un portal para quienes se quejan de todo, anteriormente lo dejaban como un comentario porque no se podía poner una opinión en el periódico y esperar una réplica de quién escribió. Sin embargo, con el auge que actualmente hay por difundir estas notas por medio de las redes sociales si se puede generar la opinión, y empiezan a salir expertos en política, en medicina, peritos de cualquier ramo, abogados, psicólogos, infinidad de profesionistas salen a la luz, con lo que se generan diversas distorsiones acerca del tema, incluso hay ocasiones en que la discusión termina por desviarse de la problemática que le dio origen de una forma tan abrupta que terminan quedando mal o simplemente no dan una solución concreta. 

Lamentablemente es difícil brindar alguna solución para esta situación que está fuera de control, a pesar de cualquier propuesta que se genere para disminuir un perfil utópico o uno distópico tendríamos que tener desde un principio valores bien enraizados, dejar de ser animales y empezar a ser personas, ver un panorama diferente, pienso que siempre buscamos lo que el otro posee, queremos lo que tiene el otro, pero nunca nos volteamos a vernos a nosotros mismos, lo que necesitamos, que nos hace falta y lo principal quienes nos rodean para poder cumplir nuestras propias metas, hemos transformado algo material en lo esencial para la vida diaria no hay mejor metáfora para esta situación, debido a que despertamos, comemos, convivimos y hasta casi dormimos con las redes sociales.  

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política)

Problemas negativos de los derechos humanos que repercuten en el bienestar e integridad de las fuerzas armadas de México

Por Sergio Cruz Trejo

En la actualidad, la implementación de varias mecanismos que tienen que ver con el actuar de nuestras autoridades con estricto apego a los derechos humanos, han traído consecuencias negativas, que están lastimando la buena percepción que se podría tener de ellos, existen cuestionamientos sobre si son verdaderamente necesarios para proteger a las personas de actos de criminalidad despótica y sin escrúpulos,  ya que últimamente se ha vivido una cara distinta a la que estamos acostumbrados en cuanto a la acción de los derechos humanos en la sociedad.

Los miembros de las fuerzas armadas son parte de nuestra sociedad y no porque formen parte o estén en otros grupos, pueden ser tratados de diferente manera. Con esto hago referencia a la agresión que se ha desarrollado en los últimos meses, con respecto al sufrimiento que padece el personal de las fuerzas armadas.

Desde mi perspectiva es una falta de congruencia que la misma población no se dé cuenta o no lo quiera reconocer las agresiones que sufren las personas que son parte de los cuerpos militares, este problema se tiene que solucionar y terminar, porque todas las personas deben ser respetadas en todos los sentidos, sin importar la profesión que desempeñen.

Los derechos humanos tienen un objetivo definido el cual radica en brindar protección a todos, sin embargo brindan mayor protección a los grupos vulnerables, los que en realidad están en desventaja comparados con otros grupos o incluso personas que se aprovechan de sus beneficios para poder obtener ventajas sin importar las repercusiones que dichas acciones puedan tener.

Analizando el objetivo y finalidad de los derechos humanos debo decir que es un poco contradictorio con la realidad, ya que estos no accionan el actuar de los organismos en beneficio de los más necesitados. Estos derechos, en muchas ocasiones son aliados de los ventajosos, de los abusivos; si en realidad los tan mencionados derechos humanos, no fueran una máscara de intereses, donde el que pone la mejor cara es el que podrá obtener los beneficios absolutos; en cualquier parte del mundo pesan y hacen diferencia según la postura que llegasen a tomar.

¿Será que dichos derechos son una cortina de humo? Es decir, la primera cara es la de protección a los más necesitados haciéndoles creer que se vela siempre y en todo momento por su bienestar, pero por el otro lado los encargados de tutelarlos son los que cometen las injusticias que condenan, otorgándoles perdones y beneficios a los déspotas a causa de intereses particulares los cuales están en una misma sintonía.

Los derechos humanos llevan consigo un doble discurso donde por una parte se brinda ayuda y protección sin importar quién sea el autor intelectual y por el otro lado solo se suelen dar llamadas de atención pero jamás se procede como se debería, no importando quien sea, se supone que si es por el bienestar de todos en general se debería de eliminar la semilla que está causando el mal.

Por lo tanto, la aparición y propagación de los derechos humanos se ve sólo en ciertos escenarios, piénsese en una sociedad con la cual la gente es confiada y otorga todo su espíritu por una satisfacción de tranquilidad que jamás va a suceder, ya que la misma creencia perfecta de que dichos derechos podrían ser la solución a todos los problemas, sólo sería si existiese una verdadera responsabilidad de las autoridades, pues la realidad es que los derechos son la génesis encaminada al bien común, que es lo que toda sociedad desea.

Categorías
Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Fernanda Labastida Sánchez

El ciclo de la sociedad

Por Fernanda Darinka Labastida Sánchez

Comunicarse y vivir en sociedad son dos actividades tan básicas y fundamentales para el humano como lo son respirar o comer. Desde que llegamos a este mundo lo primero que percibimos es que no estamos solos y la necesidad de contacto con los demás.

Fernando Savater, en su libro Política para Amador, dijo: “la sociedad nos sirve, pero también hay que servirla…”. Al pasar los años esto se vuelve más complejo y no precisamente porque cambie el mundo, lo que sucede es que poco a poco nuestras obligaciones se vuelven mayores, específicamente me refiero a nuestro deber como ciudadanos, no sólo de nuestro país, sino del mundo.

Cuando somos pequeños dependemos completamente de las decisiones adultas y lo que estas puedan brindarnos para nuestro bien. Al crecer y convertirnos en esos adultos no podemos simplemente pasar de largo cuando algo anda mal en nuestra sociedad, ahora tenemos la capacidad de actuar por y para el bien de todos.

Esto se llama actitud política, en la que debemos llegar a acuerdos entre todos sobre lo que afecta a muchos. Por lo tanto, quiero hacer hincapié en que no basta la ética y nuestra percepción personal de lo que está bien y está mal. En política se trata de convencer y, al mismo tiempo, tener la mente abierta a nuevas ideas. Todo esto en pro de mejorar como sociedad.

Ninguno de nosotros tiene la verdad absoluta, pues nuestra historia se compone de ensayo y error para poder evolucionar, sin embargo en el camino ha habido cambios graduales que nos permiten hoy en día gozar de ciertos derechos que antes eran inconcebibles.

Los más jóvenes, conocidos como generación millennial y generación Z, somos considerados generalmente como irreverentes, desinteresados y extremadamente sensibles. La realidad es que somos las generaciones que poco a poco hemos roto esquemas dañinos para la sociedad y eso es difícil de aceptar por aquellos que crecieron en un mundo distinto.

Un ejemplo es que nosotros vivimos, e incluso muchos nacimos, en medio del boom del Internet y las nuevas tecnologías, herramientas que nos permiten comunicarnos de una manera cada vez más rápida y sencilla. En cambio, nuestros padres y abuelos pasaron por un proceso de adaptación y aprendizaje a un nuevo modo de vida completamente distinto a aquel en el que ellos crecieron. Lo mismo pasa con las luchas sociales, sus causas no son las mismas que hace cincuenta años porque las circunstancias ahora son otras.

Actualmente hay niños, adolescentes y adultos jóvenes que son activistas de temas que van desde el calentamiento global hasta el feminismo. Nuestra lucha recae en el hartazgo de tabúes absurdos y la búsqueda de la igualdad.

Para cerrar, quiero retomar la parte de la actitud política para señalar que aunque los demás consideran que no le damos importancia a las problemáticas del mundo y vivimos más preocupados por los likes de nuestra última foto publicada en Instagram, los más jóvenes somos quienes estamos haciendo política. Alzando la voz, marchando en las calles, trabajando y proponiendo nuevas políticas públicas; con pequeñas o grandes acciones, siendo el cambio.

Así que sí, la rebeldía es un rasgo característico de nuestra generación, pero recordemos que ningún cambio radical en nuestra historia se ha logrado sin esta. Y no es que seamos “demasiado sensibles” o “fáciles de ofender”, lo que sentimos se llama empatía y con el tiempo hemos tirado los muros que nos dividen.