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¿Qué es Anagénesis Jurídico? Filosofía y Educación Jacqueline Miranda De los Santos

El otro Nietzsche

Por Jacqueline Miranda de los Santos


Hablar o bien en este caso escribir de Nietzsche es una tarea que no resulta sencilla, pues algunas cuestiones sobre sus líneas de pensamiento pueden resultar fáciles de llevar a planos erróneos sino se cuida lo que el autor trato de heredar a la humanidad.

Dentro de sus obras Así habló Zaratustra, como en Genealogía de la moral, podemos ubicar un eje que es distintivo, es lo que él mismo denomina como la filosofía del martillo también podemos notar una parte constructiva dentro de su obra que denomina  tabla constructiva de valores. La filosofía del martillo, es denominada así por el autor porque se trata de derrumbar las cosas que están predeterminadas y que casi nunca nos detenemos a pensar en el por qué debería ser así, a martillazos derrumbamos los ideales que no admiten el libre cuestionamiento para llegar a nuevos conocimientos.

Es necesario destacar que sus obras son una crítica a la cultura occidental y a los ámbitos que ésta misma refleja (esto también se puede llegar a entender en su texto Humano, demasiado humano). Bajo esta tesitura será necesario hablar también de su obra El Origen de la Tragedia en la que describe ciertas líneas de decadencia que comienzan en la cultura griega cuando Platón decide separar lo apolíneo y de lo dionisíaco, generando que el arte y muchas otras cuestiones se volvieran lineales, incluso aunque puede resultar exagerado desde esta perspectiva quizá Nietzsche tenga razón porque Platón es quien autoriza a quienes gobiernan a usar la mentira en favor del Estado, hoy en 2019 la idea es vigente, con una comprensión quizá totalmente errada, pero es una clara línea de conexión.

Culpa a Socrátes por heredar esa forma de pensamiento a Platón  y a este por llevar ejes de difusión de este pensamiento sin embargo, aunque sea complicado de comprender, es necesario decir, que las bases mismas del cristianismo están ubicadas dentro de la cultura Socrática-Platónica, lo que se traduce en términos amables en que los ideales propios de esta religión pertenecen a algo diferente a lo que usualmente uno se imagina. La difusión del cristianismo es tal que propiamente se lleva en la creencia la enseñanza de estos filósofos.

Retomando la separación de lo dionisíaco de lo apolíneo surge un solo dios dotado de racionalidad y con ello se da un único valor, el de la razón que esta por encima incluso de la vida, la racionalidad excesiva no permite entender la vida como arte, no permite ver muchas cosas a través de la belleza, la vida misma pierde el don de la belleza y lo artístico. La filosofía a martillazos consiste propiamente en desmantelar cada espacio afectado por esta separación para crear nuevos aspectos que vayan más allá de una simple imposición.

La crítica más extensa, será la de la moral occidental, que es hecha en Genealogía de la Moral, en este texto él nos dirá que la nuestra es una moral de esclavos, una moral de resentimiento, ¿por qué es denominada así? Porque esta moral menosprecia la vida porque considera que las acciones más elevadas no pueden ser obra de los hombres, incluso si analizáramos alguno de los discursos de los representantes religiosos notaremos que dios es quien intercede en las grandes obras llevando de la mano al hombre que lidera esa cuestión. La crítica a la religión es complementaria a la de la moral, el hombre se encuentra enajenado, ha dado su propio ser en otro ser, y aún así seguimos creyendo que pertenecemos al mundo de lo real cuando para evadir todas esas cosas, dotamos a un ser de ciertas posturas que resultan estar en el mundo de la imaginación. 


Por otra parte es necesario dedicar unas líneas al análisis del lenguaje, Nietzsche nos dirá que ahogamos la propia comprensión de la vida como algo dotado de poder y fuerza en una cristalización conceptual que da el mismo lenguaje. El lenguaje será para él una ficción colectiva con la cual pretendemos buscar y adueñarnos de la verdad, pero de esa verdad sólo interesará la parte sistemática y clasificable, quizá sea por esta razón que Nietzsche usa metáforas, así capta la esencia de la vida sin oprimirla y mucho menos reducirla a nada.

La manifestación propia de la cultura occidental, ha provocado una interpretación errada de los valores que rigen la vida cotidiana de los humanos y por ello nuestro autor dice que los humanos están enfermos, la enfermedad que todos tenemos consiste en algo llamado Nihilismo, la vida como un sinsentido y por esta razón, Nietzsche en Así habló Zaratustra nos anunciará que dios ha muerto, la muerte de dios significa, la negación de todo aquello que es resultado de la separación entre lo apolíneo y lo dionisíaco, para dar paso a algo nuevo, para liberarnos de las cadenas que nos atan a principios y normas que solo fueron hechas para gente incapaz de razonar y comprender la vida. Dios murió en lugar de dejar de existir para poder superar los usos del lenguaje, la expresión de negación de existencia hubiera causado en la extensa incomprensión, dios murió después de que él usó el martillo, derrumbó finalmente una construcción de miles de años.

Es necesario decir que el nihilismo tiene dos caras, una positiva y otra negativa, se debe superar el estado negativo porque la muerte de dios podría dar lugar al nacimiento del último hombre, que en este sentido será el hombre decadente, el peor de todos (para mi el humano actual, el que miente sin consideración, el egoísta, el que se beneficia de los demás, al que sólo le importa su bienestar, el que se miente a sí mismo y a los demás) es por ello un ser despreciable.

Cuando tras la muerte de dios, cuando tras tirar todos nuestros ídolos no coloquemos nada de vuelta en el altar, cuando no necesitemos de nada que adorar, cuando dejemos el fanatismo entonces daremos paso al Übermensch que es ejemplificado con la metáfora de la transformación del camello, el león y el niño, siendo el superhombre igual a un niño, el niño toma la vida como una afirmación dá las propias reglas a su juego llamado vida, no necesita más, no necesita de un imaginario que le de un guía de comportamiento.  Él es el hombre autónomo y libre, ha dejado atrás los falsos valores.

La nueva tabla de valores es aceptada por el Übermensch y estará la voluntad de poder, esta será una voluntad libre y vital, esto es pura creación deja atrás la parte de dominación y la idea de adueñarse de otros, como lo dije es creación, el mundo es por tanto cambio, transformación, el mundo no podrá ser nunca más  algo estático. El superhombre será el único capaz de entender el eterno retorno como una prueba; en un instante está inmerso todo el sentido de nuestra existencia, instantes que dejamos irse como el agua entre las manos, el eterno retorno implica una reivindicación de la vida.

En este sentido habrá que realizar un planteamiento de la moral más allá del bien y el mal y de los principios que solo sirven a unos cuantos, debemos intentar convertirnos en algo más que conceptos, es necesario buscar que ciertos valores prevalezcan y vuelvan a dotar de sentido la misma vida, quizá algunos de esos principios están en lo que hoy comprendemos como la solidaridad como algo intrínseco al humano mismo, y no como herencia de un dios que ha muerto, porque esto se ha comprendido desde la tradición como una forma de control;  es necesario hacer las cosas más allá de las imposiciones que hemos entendido como naturales, debemos hacer filosofía a martillazos y buscar la deconstrucción del camello y el león para poder ser nuevamente niños.

Esta es la cara de un filósofo que muy pocos comprenden, estas son las ideas del Otro Nietzsche, no al que han adjudicado la creación del nazismo, él es Nietzsche el hombre que intentó ser autónomo y libre a través del Übermensch.

El individuo ha luchado siempre para no ser parte de la tribu. Si lo intentas a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

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Complejidad Social (Derecho, Economía y Política) Jacqueline Miranda De los Santos

EL LIBRE PENSAMIENTO DE LOU ANDREAS-SALOMÉ

POR JACQUELINE MIRANDA DE LOS SANTOS

“Lou Andreas Salome nació el día 12 de febrero de 1861 en St. Petersburgo, Rusia. Nacida en una familia aristocrática alemana; su padre, el general Gustav von Salome, estuvo al servicio de los Romanov. Lou, de muy joven, se interesó enormemente por la literatura y la filosofía. En el invierno del año 1881-82 viajó a Italia para visitar a la amiga de su madre: Malwida von Meysenburg que se encontraba aquel tiempo en Roma. Lou tenía entonces 21 años de edad. Malwida era muy amiga de Nietzsche y también se consideraba su protectora en el círculo de los Wagner. De este modo, en una de estas reuniones Lou conoció al filósofo alemán y a Paul Ree, ambos seguidores del pensamiento de Schopenhauer y el ateísmo.”

Lou es una mujer a quien yo consideró una libre pensadora, aunque este es un término muy ligado a Nietzsche. Es en ocasiones imposible hablar de ella sin que se le relacione con dos grandes personajes, Nietzsche y Freud. A este último lo conoce en 1911 quien siempre admiró tanto la belleza como la inteligencia de Lou Andreas Salomé. Freud le invitaría a muchas de sus reuniones psicoanalíticas y escucharía muy atentamente sus planteamientos. A partir del año 1933 Salomé asiste con horror a la llegada del nazismo. Ella  moriría más tarde en el año 1937 en una Europa en guerra.

¿Qué hay más allá de sus vínculos con estos personajes? Sin duda llama la atención que en México uno acuda a las librerías a preguntar sobre las obras de esta mujer y siempre sea la misma respuesta, “por el momento no tenemos nada”, fue hasta hace uno meses que me encontraba en “Gandhi” donde descubrí un pequeño libro que contenía cuatro ensayos, este se denomina “erotismo”, sin pensarlo lo compre y me di a la tarea de leer sus peculiares ideas. En este artículo me propongo compartir parte del pensamiento de esta mujer, que desde mi perspectiva no corresponde al pensamiento de una persona del S. XIX-XX.

El primer ensayo es denominado “El ser humano como mujer” para mí que no soy ni experta en filosofía ni mucho menos en psicoanálisis, pero he leído de forma basta las obras de Nietzsche y Freud, puedo determinar con claridad que este trabajo se encuentra inmersa la filosofía, un bosquejo de la imagen femenina, maximizando a la mujer en muchos sentidos. Quizá podría pensarse que es una contestación a las palabras de Friedrich, usadas en “Así habló Zaratustra”. En muchos sentidos es posible notar las firmes palabras de una mujer feminista, pero no de los siglos XIX-XX sino de un contexto actual es decir del año 2015, lo que para mí es sorprendente y deja ver claramente en sus líneas es que su libre pensamiento va más allá de su época y que incluso de la nuestra, pues en muchos casos y situaciones  a la mujer aún se le sigue cosificando.

“Reflexiones sobre el problema del amor” es sin duda uno de mis ensayos favoritos. No hay rodeo en lo que se desea expresar, divide en dos grupos lo que para ella es posible encuadrar, es decir, “lo homogéneo”, lo simpático, conocido, y del otro lo que es desconocido, extraño y hasta hostil. El egoísmo del hombre lo lleva directamente a aceptar esto que más tarde puede llegar a ser gozo o dolor.

“Sera difícil en la vida real apreciar con justeza y distinguir caso por caso los límites entre debilidad y bondad, entre rigor y poder, y habrá más opiniones y teorías que arena en el mar sobre cómo deben compaginarse bondad y poder en el hombre.”

Cito esta idea con la finalidad de denotar la profundidad del análisis que es posible realizar partiendo de ese simple párrafo, pues como ella misma determina el ser humano no es capaz de entrar a uno de esos dos mundos  sin mutilarse: existe siempre una dual unidad entre aspectos opuestos, pero siempre puede encontrase un punto intermedio de compenetración.

Destaca y analiza a dos tipos de personas una es el egoísta y el otro el altruista.

“El egoísta que almacena y pugna por asimilar para sí cuanto le sea posible, y también el altruista, que se entrega participando en todo cuanto pueda, van musitando, cada uno en su propio idioma, una oración que en el fondo es la misma plegaria al mismo Dios, y en esa plegaria se confunde en una sola cosa el amor propio con la renuncia a sí mismo; y así el ‘quiero tenerlo todo’ y el ‘quiero serlo todo’ recobra un único significado último, el del anhelante deseo.”

Quizá un eterno retorno de lo mismo entre estas dos figuras, pues el egoísta debería no serlo y ser al mismo tiempo; el no egoísta (el altruista) necesita ser egoísta. El amante siempre tendrá la postura del egoísta, se involucra con otra figura que ella más adelante abordara el erotismo. El amor erótico, siempre estará involucrado exageradamente con el egoísmo se bañan en pasión pero también se cobija en la bondad generando un sentimiento único, nuestra autora tiene las palabras precisas para esta situación:

 “Es como si se produjera en nuestra vida interior un pequeño desgarro o grieta por la que pudiéramos volcarnos como ebrios en el torbellino de la vida exterior, mientras que a la vez seguimos estando marcados por el egoísmo pasional”.

El amor de dos personas llegara tan lejos como estén dispuestos a darle esa posibilidad. Así amor y creación encuentran una misma raíz, en la creación la obra viva, surge ante la ocasión que la incita, de amor desbordante, de la desbordante sensación de bienestar; el sentido íntimo de acción amorosa, y por ello todo amor, es acción creadora, gozo de crear ocasionado por la persona amada, pero no a causa de ella, sino por y a causa de sí mismo.

Por ultimo en este segundo ensayo, destacaremos la idea que ella tiene sobre el amar.

“Amar significa: conocer a alguien cuyos colores las cosas deben tomar cuando lleguen a nosotros para que dejen de sernos extrañas y espantosas, o frías y huecas, de manera que se acurruquen en nuestros pies como las fieras en el paraíso.”

En su tercer ensayo aborda y profundiza el tema del ‘Erotismo’ desde diversas perspectivas, como lo es: “el proceso sexual” quizá ya aquí podemos comenzar a ver los tintes de Freud en su trabajo, nos lleva por un recorrido en las diferentes figuras que podemos conocer a raíz de un análisis psicológico de este tema. “La ilusión Erótica” y así otros temas como el arte, que totalmente de acuerdo siempre haya vínculos estrechos en oscuros terrenos fronterizos cuya limitante es casi invisible. Incluso la religión encuentra un apartado en su pensamiento lo sexual para ella se encuentra vinculado al fenómeno religioso, en el sentido que ya hemos hablado en líneas anteriores el proceso creativo en algunas obras encontrando un carácter de trascendencia.

Finalmente, “Psicosexualidad” donde claramente vemos el trabajo de Freud y donde claramente vemos el trabajo de una psicoanalista y no el de la filósofa o la feminista. Incluso habla sobre el trabajo desarrollado por Sigmund Freud y Josef Breuer sobre pacientes con histeria llegando a la conclusión de que existen muchos más factores en esta situación y la relación que guarda con las perturbaciones sexuales.

Este ensayo permite a Salomé hablar y explicar el trabajo de Sigmund y materializar sus ideas como psicoanalista, como mujer y como filosofa, aunque parece quizá una labor poco probable desde la perspectiva de quien redacta este artículo, esta situación se logra en este último ensayo contenido en libro llamado Erotismo.

No podemos determinar que estas sean sus obras cumbres, pero si debe ser claro, que más que siempre vinculársele como la mujer que marco la vida de Nietzsche o de Freud es un mujer libre pensadora, una mujer que llego a poseer un pensamiento más allá del parámetro normal de su época y como se estableció al inicio, no estoy segura de que este momento sea el adecuado a su pensamiento, quizá sería necesario profundizar más en sus trabajos.