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¿Por qué celebramos la navidad el 25 de diciembre?

Por Carlos Palomares Rivera.

La Navidad es una tradición que se celebra en el culto católico,  en ella se conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, quien es figura central de dicho credo, sin embargo, esta usanza no tiene sus orígenes en la base cristiana, que es el nuevo testamento, dado que ninguno de sus escritores llamados apóstoles, hacen referencia a que se celebrara este rito en la iglesia cristiana primitiva pues en sus orígenes, los cristianos no celebraban los cumpleaños.

A lo largo de este artículo especial abordare el origen de dicha costumbre.

La Navidad se celebra, en la mayoría del mundo, el 25 de Diciembre, fecha en la que se presupone fue el nacimiento de Jesús de Nazaret, no obstante, no se tiene la certeza de que en esta fecha haya sido el nacimiento de Jesucristo; para establecer ésta se tiene como base dos testimonios, que el credo católico denomina evangelios, el de Lucas y el de Mateo.

La aserción de Mateo dicta la versión aceptada universalmente. Habla de la llegada de un ser celestial a la casa de un humilde carpintero y su esposa para avisarles que el hijo de Dios llegaría a la tierra por conducto de ellos, y que la estrella de Belén anunciaría el nacimiento de Jesús de Nazaret en un sencillo establo, la señal sería interpretada por tres reyes que acuden a él con regalos (incienso, mirra y oro), la historia que la mayoría hemos escuchado, sin embargo, en ninguna parte de la declaración se menciona que el nacimiento de Cristo ocurriera el 25 de Diciembre.

La fecha no es circunstancial, pues en el imperio romano, mucho antes del nacimiento de Jesús de Nazaret, celebraban las fiestas saturnales a partir del 17 de diciembre y hasta el 31 de diciembre; en éstas se intercambiaban regalos, se servían grandes banquetes, inclusive se les daba tiempo libre a los esclavos. Todo esto en virtud de que se honraba al dios de la agricultura y se le agradecía por la abundancia de alimentos. Entre el inicio de las saturnales y el fin de año existía la celebración del Dios Mitra, denominado el sol invencible.

Estos dos acontecimientos marcan la pauta del origen del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo pues, cuando en el siglo cuarto el cristianismo se convierte en la religión oficial de Roma, los dirigentes decidieron adoptar las tradiciones paganas en lugar de prohibirlas y con ello se instauro que la máxima celebración no sería al dios del sol, sino a Dios Jesucristo.

Ahora bien, el nacimiento de Jesús de Nazaret coincide con el solsticio de invierno que es celebrado por muchas culturas y religiones. Los aztecas, por ejemplo, veneraban al dios Huitzilopochtli; los egipcios celebraban el mito de Osiris, los celtas celebraban el Yule que es el nacimiento del nuevo sol o los persas que celebraban la Yalda cuyo significado es el nacimiento de un nuevo ciclo; todo ello en fechas cercanas al 25 de Diciembre.

Una vez aceptado el credo católico se vio bien la celebración de la navidad, sin embargo, la visión de las fiestas decembrinas no cambio mucho con el nuevo orden religioso, es decir, existieron dos tipos de celebraciones navideñas.

La primera consistía en asistir a los templos católicos para encender veladoras y recordar el nacimiento de Jesús de Nazaret; la segunda era muy parecida a las fiestas saturnales con algarabía, alimentos en abundancia y fiestas públicas. La segunda celebración enfureció a los más reservados y poco a poco se fueron prohibiendo las celebraciones públicas y ruidosas a tal grado que a inicios del siglo 17, la navidad se prohibió por un periodo muy corto en Inglaterra.  Lo anterior marco un nuevo parámetro en la celebración actual de la navidad, pues al iniciar las restricciones para celebraciones ruidosas y públicas, los más acaudalados deciden iniciar festividades privadas en sus hogares reuniendo solo a la familia y los amigos más cercanos, de ahí que actualmente se visualice a la cena navideña como un momento íntimo y familiar.

Las celebraciones navideñas llegan a nuestro país debido a la colonización española.

En México, se celebró por primera vez en 1526 por Fray Pedro de Gante, quien vio similitud entre la celebración al dios Huitzilopochtli con motivo del solsticio de invierno y aprovecho esta oportunidad para evangelizar a los habitantes del nuevo mundo.

Conclusiones

Primera: Las celebraciones decembrinas o de fin de año no son exclusivas del credo católico, existen registros de celebraciones más arcaicas que rondan el 25 de Diciembre.

Segunda: Es incierta la fecha del nacimiento de Jesús de Nazaret, por lo tanto cuesta un poco de trabajo creer que el 25 de Diciembre es, con exactitud, el momento de su nacimiento.

Tercera: El nacimiento oficial de Jesús de Nazaret coincide con el solsticio de invierno y, con ello, coincide con otras celebraciones que distan totalmente del nacimiento de Jesús.

Cuarta: Dada la similitud de celebraciones con motivo del fin de un clico entre los aztecas y los españoles les fue más sencillo incorporar las nuevas creencias con las antiguas.

Quinta: Todas las celebraciones de tipo religioso son una cuestión de fe que debe respetarse absolutamente, el hecho de que el culto católico dicte una forma de conceptualizar la realidad no significa que sea la verdad absoluta, sin embargo, la forma en la que se analiza la realidad desde otros credos tampoco garantiza una realidad aplastante.

Sexta: La Navidad, desde la concepción católica, debe ser una idea respetada por aquellos que no ven en esta versión de la realidad una verdad, pues en todos los casos el solsticio de invierno se relaciona con la llegada de un nuevo sol y Jesús de Nazaret, visto por sus creyentes, es el sol que da iluminación a la vida.

Séptima: La navidad podría entenderse como un cierre de ciclo y apertura de uno nuevo, de un nuevo sol (cualquiera en el que usted, querido lector, decida creer) con el que se pueden presentar nuevas oportunidades; y ¿Qué mejor que iniciar un nuevo ciclo con tus seres queridos?