Por Fernanda Labastida Sánchez
Las redes sociales han dejado de ser únicamente un medio de recreación y comunicación entre familiares y amigos. Actualmente juegan un papel fundamental en la difusión de todo tipo de productos, servicios e información. Pero, desafortunadamente, esta herramienta no siempre tiene un uso adecuado y nunca sabemos quién está detrás de un nombre de usuario. Al mismo tiempo, la tecnología modifica o reemplaza muchas de las actividades humanas, por lo que modernizar nuestro sistema electoral ofrece grandes ventajas.
Enfocándonos en la política y la sociedad, sin duda alguna vivimos en una era de desinformación digital que pone en riesgo el futuro las naciones y la democracia, pues estamos envueltos en un tornado de factores que afectan el voto de los ciudadanos, muchas veces de manera errónea.
El año pasado, como muchos sabrán, se llevó a cabo una vez más un proceso electoral para designar al que fuese el nuevo presidente de México. Fue una temporada de elecciones notoriamente polarizada, donde el hartazgo de los mexicanos tuvo el papel protagónico. Así, entre hashtags y tweets, muchos expresaron su deseo de echar abajo el modelo neoliberal de los gobiernos anteriores.
Por primera vez, el Instituto Nacional Electoral se adentró de lleno en las nuevas tecnologías, y no sólo eso, se apoyó en ellas para poner al alcance de todos información en tiempo real sobre lo que aconteció antes, durante y después de las elecciones. Desde la transmisión en vivo de los debates presidenciales vía Facebook, hasta el conteo de los votos el 1º de Julio con sólo hacer una rápida búsqueda en Google.
Nuestro punto en este artículo es la influencia de las redes sociales y las nuevas tecnologías en los procesos electorales. La mayoría participamos por estos medios, algunos abusamos de nuestro derecho a la libertad de expresión para terminar en una guerra personal con desconocidos debido a las distintas posturas políticas que existían. El factor que más afectó el voto de los ciudadanos fue la desinformación, compartíamos noticias sin antes comprobar la veracidad de las mismas con tal de defender a nuestro candidato predilecto, o bien, justificar porque el otro era una mala opción como presidente.
Por esta razón, Facebook, Twitter y Google se comprometieron a regular la proliferación de fake news retirándolas lo antes posible para evitar que se hicieran aún más virales, lo irónico es que precisamente entre más compartido era un vínculo, más sospechoso era de contener falsa información. El verdadero problema de esto radica en que una sola noticia de estas podía cambiar radicalmente la decisión de los ciudadanos.
La democracia es perfectible y depende de nosotros que se realice exitosamente, no basta con el hecho de que haya aumentado la participación durante la jornada electoral, por supuesto es un excelente avance, pero debemos preocuparnos por tener un voto informado.
Todo evoluciona y cada día las tecnologías son mejoradas, reemplazando sistemas obsoletos en cualquier aspecto de nuestras vidas, lo que me lleva al siguiente punto. ¿Por qué optar por las nuevas tecnologías como el medio de votación? La mayoría no confiamos completamente en la veracidad de resultados de este modelo, pero debemos recordar que el hecho de votar con bolígrafo y papel, o con un click, no blindará un proceso electoral de los riesgos que ya existen para alterar los resultados. Sin embargo, este sistema nos ofrecería beneficios como el conteo de votos oficial, olvidándonos de los resultados preliminares. Yéndonos por el lado ambientalista, dejaríamos de lado las boletas de papel que implican tala de árboles, miles de litros de agua y basura, o incluso, en algunos casos, el uso de nuestros vehículos para desplazarnos a la casilla que nos corresponde pues podremos realizarlo desde casa.
Brasil fue el primer país en crear un sistema moderno de votación, por su parte, Estados Unidos y Canadá también se han mudado a esta modalidad. Modernizar nuestro sistema electoral sería uno de los pasos a dar para convertirnos en un país desarrollado.
¿Cuál es el impedimento? Existe mucha pobreza en México, el número de viviendas que cuentan con televisión es mayor que las que cuentan con computadoras y/o conexión a Internet. Por lo tanto, primero debemos brindar los recursos necesarios a comunidades marginadas, no basta con darles un aparato electrónico, sino enseñarles a utilizarlo y proporcionarles mejores condiciones de vida. Cerraré simplemente con que aún nos queda mucho por hacer como ciudadanos en cuanto al uso de las redes sociales, pues su uso adecuado nos permitirá fortalecer la democracia, expresar una opinión fomentando el respeto y la tolerancia. El manejo adecuado de la información que llega a nuestras manos permitirá jornadas electorales cada vez más exitosas. Al gobierno, le corresponderá velar por mejores condiciones para los desfavorecidos, para brindarles recursos y educación ofreciéndoles un lugar en las decisiones de su país, pues es su derecho por ser mexicanos.
3 respuestas a «La Era del Voto Desinformado»
Información por demás interesante, apremiante se eduque a la población para el buen uso de las redes sociales con el fin que se enuncia en el artículo, pero también fomentar los valores como ética entre otros, para que se pueda dar lo primero, van de la mano.
Felucudsdes por abordar temas primarios, pero de suma importancia.
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Muchas gracias por tus palabras, María. Es importante para nosotros conocer la opinión de nuestros lectores. Te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales.
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Te enviamos un cálido saludo.
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Muchas felicidades, excelente entrada. ¡Saludos, Fer!
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