Por Byron Marin Herrera
El presente artículo pretende examinar algunas de las líneas históricas que dieron pauta al desplome de Uranios Mexicanos, para ello es necesario decir que URAMEX fue la culminación de una industria nuclear, todo comenzó con la creación de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN)(1956), seguido de la creación del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ)(1979).
URAMEX (Uranio Mexicano) fue un proyecto público descentralizado del gobierno federal, creada el 27 de enero de 1979 al día siguiente de aprobarse la Ley que reglamenta al artículo 27 de la Constitución en materia nuclear; sustituida por la hoy vigente.
La empresa mexicana de uranio fungía como estrategia para avanzar en dirección de la diversificación de la energía en México, originalmente se había propuesto que la generación de electricidad con combustible nuclear alcanzara el 40% del balance energético del país en el programa nuclear que constaba de al menos dos centrales nucleoléctricas aparte de Laguna Verde, planteado por el entonces presidente José López Portillo [1].
Para el periodo presidencial de Miguel de la Madrid, dicho programa nuclear contrastaba con los nuevos planes del mandatario, de tal manera que se dio importancia a la generación hidráulica, geotérmica y carbón. Por tanto, el programa nuclear diseñado en el sexenio anterior al de Miguel de la Madrid fue diseñado y calculado, desde tasas de retorno hasta inversiones, para seguir y alcanzar la meta propuesta antes del milenio [3]. Situación que no se cumplió dado el cambio de prioridades sexenales, lo que hizo insostenible el programa nuclear, causando la cancelación del mismo.
La existencia de URAMEX se vio comprometida, ya que al no tener el apoyo económico con el que contaba no podía mantener el pago a sus trabajadores, lo que trajo como consecuencia una huelga. Fue hasta que se publicó la nueva Ley nuclear; la cual dicta que los minerales radiactivos no sean manejados por cualquiera, sino únicamente por el gobierno federal, de acuerdo con intereses nacionales. La posibilidad de una industria nuclear nacional quedó cancelada bajo la nueva ley, dado que es necesaria una organización estatal especializada.
De esta forma se canceló la posibilidad de diversificar el balance energético nacional, dado que en ese tiempo (1985) México dependía 92% de combustibles fósiles [2]. Curiosamente después de la publicación de la nueva ley Petróleos Mexicanos (PEMEX) anunció el programa de desarrollo Maloob, del actual conjunto marino Ku-Maloob-Zaap.
En conclusión, es bien sabida la importancia de un energético primario (madera, carbón, petróleo, etc.), en este caso el uranio; tanto para uso militar como para generación de electricidad, y actualmente tiene un uso medicinal muy importante.
Como la mayoría de decisiones en un país son políticas, considero que la actual ley inscrita en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; dicta la exclusividad del Estado en materia de generación de energía nuclear. Ley que puso punto final a URAMEX, y favoreció el desarrollo de la industria petrolera. Finalizo mencionando la importancia de la ética en toda carrera profesional, no debemos guiarnos por intereses económicos, mucho menos dejarnos corromper porque las decisiones que tomemos no sólo nos afectarán a nosotros mismos, también a futuras generaciones.
[1] El cierre de URAMEX: Un paso más en la dependencia de México. Disponible en: http://ru.iiec.unam.mx/1360/1/num12-articulo2-bonilla.pdf
[2] Programa Nacional de Energéticos 1984-1988. Disponible en: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4683406&fecha=15/08/1984
[3] Contracorriente: historia de la energía nuclear en México, 1945-1995. Front Cover. Luz Fernanda Azuela, José Luis Talancón. Plaza y Valdes, 1999 – Mexico.
3 respuestas a «Breve contexto histórico sobre el desplome de URAMEX»
Excelente!!!
Me gustaMe gusta
Ojalá no suceda con la nueva paraestatal para el Litio
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buen aporte, recordar el pasado evita cometer los mismos errores, en hora buena por el articulo.
Me gustaMe gusta