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¿Qué es Anagénesis Jurídico? Feminismos y equidad de género Jacqueline Miranda De los Santos

Seguridad Pública para mujeres La historia de una ficción en México

Por Jacqueline Miranda de los Santos

La seguridad pública es un tema  que en los últimos doce años se encuentra en la cima de los problemas a resolver dentro del margen de la agenda pública, y hago hincapié en que se han desarrollado con mayor notoriedad en los últimos dos períodos presidenciales dado que las políticas públicas desarrolladas son líneas de acción directas buscando frenar el problema, sin embargo y como analizaré más adelante estas acciones han sido poco eficientes e incluso fallidas.

No es un mito sino una realidad que en el aspecto general el actual esquema de seguridad pública es ineficiente y para mi, el mayor problema radica en la mala comprensión de la realidad que hoy se vive en nuestro país. Dicho lo anterior la mayor denuncia en este artículo es que aunque el tema en boga es una cuestión que concierne a todos, la realidad en México es que las políticas públicas en materia de seguridad pública son una ficción para las mujeres[1], estas líneas de acción no están diseñadas para atender la realidad que hoy se vive en un país que está normalizando el feminicidio, que sigue viendo como víctima al violador y sobretodo que sigue creyendo que el acoso hacia las mujeres es una cuestión de virilidad, para dar fuerza a la línea anterior puedo dar como ejemplo la situación que vivió  Daphne Fernández con el caso de los porkys en el contexto de la opinión pública y la resolución judicial, finalmente todo desemboca en las opiniones dadas por Marcelino Perelló. La pregunta a resolver es ¿Cómo vamos a lograr que el tema de seguridad pública sea una realidad para todos?

Periodo 2006- 2012

Estando al frente el ex mandatario Felipe Calderón Hinojosa, como primera acción, nombró a los secretarios de Defensa, Seguridad Pública y Marina, iniciando con esto lo que sería el eje central de sus políticas, dejando todo lo demás en un segundo plano, en específico me refiero a que perdió de vista cuestiones tales como el desempleo, la educación, la pobreza. Tan sólo para 2006 había un total de 46.5 millones de mexicanos en situación de pobreza y para 2012 ya existían un total de 61, 350 millones en dicha condición, esto de acuerdo con datos estadísticos del INEGI[2].  Estos últimos datos manifestados son importantes dado que la exigencia por sostener los hogares es tal que esto incrementa y genera que mujeres salgan y se integren al mercado laboral, generando con esto nuevas estructuras tanto en lo público como en lo privado.

En cuanto a los datos estadísticos relativos a los homicidios, la misma institución reporta que tan sólo en el estado de Guerrero en el periodo de 2005 a 2011 hubo un aumento del 300%, lo cual generó dos estrategias en coordinación con el entonces gobernador Zeferino Torreblanca y más tarde con el programa denominado Guerrero Seguro. En ambas acciones existió intervención directa de la Policía Federal, el Ejército y la Marina. Cabe destacar que estas estrategias no contemplan de forma trascendente elementos de prevención, es un combate directo una intención de limpiar zonas de inseguridad.

¿No resulta acaso esto una de las mayores estupideces de la Administración Pública? En una visión sesgada se puede comprender que el problema está en la pobreza, en la falta de oportunidades y de educación, se necesitaban por parte de Felipe Calderón políticas públicas integrales  entender que el problema de la inseguridad son un conjunto de situaciones que en suma mantienen en crisis al país. Dar un paso atrás significaba para él perder una guerra con un coste en millones de pesos y el quizá ceder poder a los grupos delincuenciales.

La situación de la mujer 2006-2012

De acuerdo con el Instituto Nacional de las mujeres (Inmujeres), México no cuenta con una cifra certera sobre los feminicidios que se cometen y quizá uno de los problemas por lo que no podemos tener conocimiento real de las cifras es el hecho de que el tipo penal (feminicidio)  no tiene una homologación en las diferentes legislaciones estatales.

En 2010, 2,418 mujeres y 23,285 hombres fueron asesinados. Y siguiendo la línea argumentativa de Estefanía Vela Barba[3], la proporción de hombres y mujeres asesinados es muy distinta, pero también  lo es la forma en cómo se cometen estos asesinatos en contra de las mujeres. En cuanto a la situación desarrollada en la Guerra contra el Narcotráfico, los hombres eran asesinados en espacios públicos mientras que las mujeres tienden a ser asesinadas tanto en espacios públicos como en sus esferas privadas.

La seguridad pública no se limita a los espacios públicos, protege aspectos que van más allá de eso. En ese sentido las líneas de acción generadas en el sexenio de Calderón se limitan únicamente a cuestiones de la violencia en la vía pública, sin ahondar en esferas o niveles más profundos. Esto deriva de la idea de que el Estado no tiene porque intervenir en la violencia que se presenta dentro del ámbito privado, porque lo privado sigue siendo doméstico, lo público es político por ello en un falso discurso las acciones en este margen son contundentes,  la realidad es que se necesitan proyectos donde se deconstruyan estos pensamientos.

Por otra parte y retomando el discurso antiquísimo de que “las guerras son peleadas por hombres”, bajo un entendimiento de un gendered job, surge un fenómeno social que tiene su entendimiento y explicación en diversos aspectos; cuando el hombre ya no es suficiente como instrumento de guerra la mujer empieza a estar inmersa. En el caso de la situación generada por Felipe Calderón, hablamos de que la mujer pasa a ser un agente activo y a estar al frente en los movimientos como líder, de la misma forma sigue siendo objeto y mercancía de los grupos delincuenciales, resulta ser que ahora no solo es blanco de los cárteles mexicanos sino también enemiga del gobierno[4].

Esto indiscutiblemente nos arrastra a otros temas que trae la guerra, la violencia sexual es otra de las facetas que se presenta en estos fenómenos sociológicos, evidentemente esto es un aspecto que también afecta a los hombres pero en términos de proporcionalidad las mujeres tanto activas dentro de la guerra contra el narcotráfico, como aquellas que son ajenas al movimiento sufren las consecuencias en mayor proporción.

Si esto es una reacción en cadena donde la mujer siempre ha sido un agente presente, ¿por qué las políticas públicas siguen contemplando sólo algunos aspectos superficiales de la seguridad pública?

Posiblemente porque la visión de Felipe Calderón dibuja cuestiones donde la inseguridad sólo se reduce a los grandes grupos de narcotraficantes llevando drogas de un punto A a un punto B, ignorando otros problemas de seguridad pública como el terrorismo en el hogar, la falta de oportunidades, la mala calidad en la educación y la nunca cumplida promesa de más empleos, un campo abandonado y un sinfín de cosas. Los anteojos que usó nuestro ex mandatario sólo vieron una parte del problema.

De nuevo el PRI 

Tras la salida del PAN de Los Pinos, el actual presidente Enrique Peña Nieto, llenó su boca de miles de promesas a cumplir en torno al tema de la seguridad pública, la pretensión de hacer las cosas diferentes parecía una de las metas más ambiciosas de él, sin embargo, y pese a venir del Estado de México que es una de las entidades donde los índices de violencia hacia la mujer están en foco rojo[5], fue incapaz de emprender acciones para controlar, erradicar y prevenir el problema.

Nuestro actual presidente comprende el tema de la seguridad pública como la protección que se da a ciertos derechos de la persona en el espacio público y se olvida también que la misma debe garantizarse al interior de los hogares en donde como ya mencioné en párrafos anteriores,  es el espacio en donde se asesina a un mayor número de mujeres.

La Ciudad de México, considerada por el Dr. Mancera como el paraíso, dado que según su realidad exentos estábamos del narcotráfico, hasta que sucedió lo inevitable y quien sabe quizá ese día no miro las noticias. La realidad es que en lo que va del año en la CDMX han asesinado a 24 mujeres, lo que quiere decir que en promedio cuatro mujeres son asesinadas al mes.

artículo

La imagen[6] anterior muestra un rango un poco más cercano a la realidad que hoy vivimos y que muestra que la CDMX es uno de los focos donde las acciones deben ser inmediatas.

Retomando de nuevo el ámbito federal, el Programa Nacional de Seguridad Pública 2014-2018, contempla una serie de acciones que va desde el actuar en coordinación con las entidades estatales, hasta estrategias que tratan de vincular al ciudadano con el gobierno, ninguna de ellas es lo suficientemente certera para atender la realidad que hoy vivimos las mujeres en el país.

Y me adelanto a la usual sentencia de que por qué se habla de una seguridad pública para mujeres, si los hombres se encuentran por encima en las estadísticas. Con este artículo no pretendo que las políticas públicas sean diseñadas exclusivamente para las mujeres, o que el tema de la inseguridad sea un tema exclusivo de nosotras, pero la realidad es que nuestros gobiernos a la hora de generar acciones, diseñan políticas donde la seguridad es vista sólo a través del espacio público. El presidente en turno y los que siguen deben comprender que un mapa de México no es todo México, la realidad del país es mucho más compleja, es una construcción donde la mujer debe ser considerada.

Al intentar acabar con el narcotráfico como una de las vertientes de la inseguridad se debe considerar que esta posee muchas ramas a atender, entre ellas debe ser analizado el terrorismo en el hogar, dando que esto ha rebasado los límites de la violencia general.

La sociedad en general debe comprender que los problemas que vive la mujer como el acoso, las violaciones y los asesinatos son de interés público  y deben realizarse políticas públicas para las mujeres. Existe una línea borrosa en donde la gente sigue confundida entre la idea de pertenencia de la mujer exclusivamente a la vida privada[7] y creer que cuando sale al espacio público su seguridad y derechos desaparecen por una ideología equivocada.

Pugnamos porque las políticas públicas garanticen seguridad pública real para hombres y mujeres, para que el índice de hombres asesinados anualmente se reduzca pero de igual manera las mujeres puedan caminar libremente sin temor al acoso o una violación, porque existan mejores oportunidades que ser parte del crimen organizado, porque las niñas dejen de ser usadas por los grupos delincuenciales para satisfacer necesidades, para que el problema de trata de blancas sea atendido realmente, la consciencia del problema no es sólo para quien se encuentra como mandatario, el entendimiento del conflicto es también para quien sufre y padece estas circunstancias para quien está inmerso en la sociedad.

Lo cierto es que hoy la seguridad pública es una ficción para la mujer y para el hombre, lo real es que el problema tan sólo del narcotráfico es algo desbordante para el gobierno y esta es  una de las vertientes de la parte toral del problema.

[1] Y son una ficción porque al momento de diseñar políticas públicas la gran mayoría pero sobretodo las que atienden el problema de inseguridad dentro de su carácter estructural marcan aún más las desigualdades y los roles que la sociedad ha construido generando que las líneas de acción se reduzcan a privado-doméstico y público-político, siendo el primero usado para las mujeres y el segundo para los hombres.

Esta misma idea ha generado dentro de las políticas públicas una jerarquización donde la mujer tiene el papel de subordinada, generando no sólo con ello la ineficiencia de las políticas públicas sino la falta de reconocimiento del papel de la mujer dentro del constructo social.

Es necesario recalcar que para la construcción de verdaderas líneas de acción que atiendan los problemas de inseguridad tanto de hombres como de mujeres es necesario que éstas se construyen tomando en consideración los tres elementos de la categoría de género, que son el elemento descriptivo (que ayuda a visibilizar la desigualdad entre hombres y mujeres) el elemento analitico (que posee conceptos, herramientas y metodologías) y por último el elemento ético-político (fundado en el esquema de DDHH y diversos principios como el de igualdad, equidad, justicia, entre otros).

[2] Puede verse mas en: http://www.anei.org.mx/wp/wp-content/uploads/2013/08/Semanal66_SexenioPobrezaenMexico-1.pdf (30-07-2017)

[3] Docente e investigadora, responsable del Área de Derechos Sexuales y Reproductivos del Programa de Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

[4] En este punto es necesario agregar una nota al pie, si bien la mujer interactúa desde diferentes puntos en conjunto con el narcotráfico es necesario señalar que la misma construcción social sobre la mujer  la coloca bajo ciertos roles configurando nuevamente relaciones de poder, esta relación en un primer momento generan funciones por debajo de las que asumen los hombres dentro de una organización criminal, las mismas estructuras de pensamiento se reproducen. La valoración que hace el narcotráfico sobre el papel de la mujer no es tan diferente al que sostiene en un falso discurso el Estado y la sociedad que no se encuentra inmersa ni en un punto ni el otro.

[5] De acuerdo con el Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidios en el Estado de México tan sólo en 2016 fueron asesinadas 263 mujeres, siendo Ecatepec uno de los municipios con más número de víctimas, aproximadamente por día asesinan a tres mujeres, existe incluso alerta de género en varios municipios donde la situación es simplemente exorbitante. Las políticas públicas para este problema son nulas y lo seguirán siendo al tener al frente a Alfredo del Mazo quien sigue creyendo que la mujer pertenece a lo privado-doméstico.

Es necesario señalar también que este problema sigue una línea que conecta este problema con la CDMX, prácticamente la geografía política es lo que genera la diferencia entre los dos pero el problema de inseguridad sigue las mismas líneas aún cuando en uno está al frente alguien del PRI y en otro lado alguien del PRD el problema de entendimiento de la realidad es el mismo.

[6] Esta imagen contempla todas las categorías, pero pueden analizarse por secciones en la siguiente pagina: https://feminicidiosmx.crowdmap.com/

[7] Puede profundizar más al respecto en el artículo de la Esp. Daniela Barbosa ¿Cuarto propio o espacio público? https://anagenesisjuridicorevista.wordpress.com/2016/12/11/cuarto-propio-o-espacio-publico/

Por anagenesisjuridicorevista

Revista creada por egresados, alumnos y maestros de la UNAM y otras Universidades de renombre. Nuestra misión mover al hombre con información.

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